[responsivevoice_button voice="Spanish Latin American Female" buttontext="Escucha la nota"] Lorena López, directora de la Escuela de Pedagogía en Lengua Castellana y Comunicación de la UCM, indicó que es necesario pensar la educación desde la realidad del país. De acuerdo, a las cifras entregadas por el Departamento de Evaluación, Medición y Registro Educacional (Demre), 89 postulantes obtuvieron puntaje nacional en Matemáticas, 18 en Ciencias y uno en Lenguaje y Comunicación. Mientras que en el promedio Matemáticas y Lenguaje, también hubo un solo puntaje máximo correspondiente en el proceso de admisión 2020. Tomando en consideración que solo un postulante obtuvo puntaje nacional en Lenguaje y Comunicación, abordamos a la Dra. Lorena López, directora de la Escuela de Pedagogía en Lengua Castellana y Comunicación, quien respondió al respecto: “Alcanzar un puntaje nacional es un logro importante de carácter individual y me alegro por todos y todas aquellas estudiantes que lo han alcanzado. No obstante, también se puede señalar, desde un punto de vista más analítico, que ese hecho no resulta tan relevante para analizar lo que está sucediendo en el área de la enseñanza de la Lengua. En ese sentido, las preguntas que nos interesa plantear apuntan más bien a interrogar el comportamiento de estudiantes y sus determinadas pertenencias sociales. Por ejemplo, sería importante saber cómo están evolucionando los estudiantes pertenecientes al 20% de las familias más vulnerables; o cuál es el comportamiento que, en perspectiva, están teniendo los liceos en virtud de su dependencia administrativa (municipal o privada); o qué está sucediendo con los establecimientos rurales más desconectados del Estado y los centros de producción de “cultura” y “conocimiento” oficial”, expresó. La académica de la UCM refirió que “La prueba sigue reflejando una cierta reproducción de las desigualdades sociales, que aquello ha ido adquiriendo otras formas en el tiempo y que nuestra labor, como académicos, es insistir en tipos de investigaciones que nos ayuden a entender los problemas estructurales asociados al rendimiento académico como, asimismo, estudiar y reflexionar en torno a las buenas experiencias que, a pesar de las limitaciones estructurales, logran buenos resultados. Los puntajes son algo que hay que observar, pero resulta más interesante intentar comprender los desarrollos más globales que afectan a los estudiantes que ingresan a la Universidad”, sostuvo. Disminución y realidad promedio en Chile Con respecto, a la disminución en puntajes nacionales en la PSU, la directora expresó que los puntajes nacionales son, ante todo, recursos usados comunicacionalmente, pero que no resultan muy relevantes para el replanteo de políticas públicas en materia educacional. “Es necesario repensar estas pruebas de ingreso a la universidad, pues no estoy segura de que la PSU sea el único y el más apropiado mecanismo para la selección de estudiantes. Debemos considerar que resultaría mucho más provechoso centrarse en estudiar las buenas experiencias que han hecho avanzar a estudiante de rendimiento inicialmente bajo. La excesiva preocupación por los así llamados puntajes nacionales es extraviarse en temáticas que no forma parte de la realidad promedio de los estudiantes de este país”, dijo. Asimismo, la Dra. Lorena López resaltó que la realidad de nuestro país y de nuestra región, es más precaria y es desde ahí, donde se debe intentar pensar la educación. “La premisa básica es que los seres humanos desarrollamos habilidades en determinados contextos familiares y sociales. En la región de Maule, por ejemplo −según lo consigna una de las últimas encuestas oficiales con las cuales se mide la evolución de la pobreza−, del total de las personas mayores de 18 años que pertenecen al 10% de la población con menos ingreso, el 49,7% tiene escuela primaria incompleta y, de ellos, el 13,1% jamás visitó una escuela. De la misma manera, casi el 20% de las personas pertenecientes al mismo grupo son analfabetas. Es decir, estadísticamente hablando, el contexto socioeconómico familiar de muchos de nuestros estudiantes es inimaginable para nosotros y la mayoría de ellos, si bien no viven en condiciones de exclusión social que bordeen la marginalidad, sí padecen de manera directa los efectos de la precarización de la vida. La realidad de los estudiantes de lenguaje de la UCM es más cercana, en promedio estadístico, a esta realidad que se describe que a esa figura de los puntajes nacionales masificada por los medios de comunicación”, finalizó.