[responsivevoice_button voice="Spanish Latin American Female" buttontext="Escucha la nota"] Isabel Ortega Prieto, Alumni destacada de Pedagogía en Lengua Castellana y Comunicación de la Universidad Católica del Maule, es conocida en redes sociales como “La Vieja de Lenguaje”, donde ha logrado crear una comunidad educativa de casi 90 mil personas. Comprometida, creativa y proactiva son algunas de las cualidades que ha demostrado la profesora Isabel Ortega Prieto, egresada en el año 2019 de la Escuela de Pedagogía en Lengua Castellana y Comunicación de la Universidad Católica del Maule (UCM), quien lleva la docencia más allá del aula. Isabel Ortega ha hecho suyas las palabras de Gabriela Mistral: “Enseñar siempre: en el patio y en la calle como en la sala de clase. Enseñar con actitud, el gesto y la palabra”, siendo docente no solo en aulas, sino en espacios no convencionales al generar importante contenido digital. Ella ha sabido potenciar su imagen como profesora, educar transversalmente en ideales propositivos y necesarios para la sociedad actual. Un gran referente para aquellos docentes que encuentran en su contenido digital herramientas que permiten mejorar la calidad de la enseñanza. Actualmente, cerca de 90 mil personas siguen su contenido digital en la red social Instagram, donde es conocida como “La Vieja del Lenguaje" (www.instagram.com/laviejadelenguaje/ ). Asimismo, la profesora trabaja en el Preuniversitario CEBAL, de Linares, siendo un apoyo académico para aquellos estudiantes que desean prepararse para aplicar las pruebas de admisión a la educación superior. ¿Qué la motivó como docente a usar las redes sociales, en especial Instagram?, y ¿Qué ha significado para usted el éxito alcanzado con tu red social? Me motivó inicialmente mantener la comunicación con mis estudiantes durante la pandemia. Luego, inspirada por colegas que encontré en Instagram, y por mis ganas de compartir ideas y reflexiones, comencé a subir cada vez más contenido. Ha sido muy bonito poder formar una comunidad que a día de hoy suma 89.000 personas. He conectado con gente de Chile y del mundo, he tenido oportunidades laborales que jamás pensé, y todo lo que ha pasado solo me motiva a seguir creciendo (personal y profesionalmente), pero también continuar ayudando a otras personas a crecer. ¿Por qué el nombre de la “Vieja del Lenguaje”? Proviene de una anécdota que para nosotros los profesores debe ser muy cotidiana. Escuché a mis estudiantes hablar de una colega, y la nombraban como “la vieja de x asignatura”. Todas mis colegas eran súper jóvenes, y esa en particular tenía mi edad (25 en ese entonces). Me di cuenta de que, sin importar tu edad, para tus estudiantes siempre serás “vieja”. Cuando pensé en un nombre para mi cuenta, quería algo que identificara mi personalidad, y me pareció que la contradicción me quedaba perfecta, eso de usar el apodo aun siendo joven. Y luego también fue tomando otro sentido, pues muchas personas usan el tema de la edad como un insulto, y yo creo que ser “vieja” trae consigo mucha sabiduría. Honro también a mis colegas mayores, sobre todo a quienes han trabajado incansablemente a lo largo del tiempo para mejorar nuestras condiciones laborales, y quienes han sido los principales responsables de exigir educación de calidad. ¿Cómo influyen las redes sociales en los jóvenes y en la sociedad en general? Creo que en la sociedad actual es imposible separar las redes de la vida. Ya son parte de nosotros. Al igual que la televisión lo fue en su tiempo, hoy las redes son el medio más masivo de comunicación, y por lo mismo, influyen en todo. Desde mi punto de vista, tienen cosas positivas y negativas. Por un lado, nos permiten conectarnos, comunicarnos, acceder a experiencias y a historias del otro lado del mundo, o que quizás están cerca pero nunca antes vimos. Abrieron nuevas posibilidades de trabajo y también contribuyeron a la libertad de expresión. Pero a partir de eso mismo, también surgen nuevas problemáticas, como las fake news, el cyberbullying, el contenido sin filtro, y la sensación de que “todos piensan como yo” que nos da el algoritmo, que solo muestra contenidos afines. Pienso que, como personas adultas, y sobre todo como profesores, tenemos que prepararnos y aprender constantemente sobre esto, y el impacto real que tiene, ya que en nuestras aulas no solo están los jóvenes que viven este presente, sino que construirán el futuro. Como dice Ismael Serrano, “el futuro es hoy, el mañana urgente”. ¿Considera necesario una mayor innovación didáctica para aprovechar las tecnologías aplicadas a la educación? ¿Tiene sentido utilizar las redes sociales en el aula? Sí, es necesario, igual siempre tomando precauciones. Pienso que mientras más cerca de la realidad esté tu clase, más impacto tendrá en tus estudiantes. En ese sentido será importante incluir elementos que para ellos sean cotidianos y cercanos. De todas maneras, creo que la mejor forma será conversar previamente con tus estudiantes, preguntarles qué aplicaciones usan, qué llama su atención. Por la brecha generacional a veces uno llega con la “tremenda idea”, y resulta que para tus estudiantes es algo que ya está muy lejos de su contexto. La comunicación es fundamental. Respecto a lo de las precauciones, es importante considerar que muchos aparatos tecnológicos generan adicción, incluso actualmente hay toda una ola de estudios que intentan respaldar la prohibición del uso de los celulares en las salas de clases. No sé si soy tan partidaria de prohibir, pero sí de tener normas con respecto al tiempo de uso, y también de mostrar las otras posibilidades que nos da la tecnología, más allá de Tik Tok. ¿Cuál o cuáles son los desafíos que tiene en el futuro inmediato como profesora de Lenguaje y en tu aporte en las redes sociales? Actualmente estoy trabajando en una página web que está pronta a ser lanzada, en ella iré compartiendo experiencias y dando más espacios para la lectura y el diálogo pedagógico, que es lo que a mí me apasiona. También estoy ad portas de comenzar un magister, y con ello, sumar aprendizajes para poder compartirlos con mi comunidad. Proyecto este 2024 como un año de crecimiento para mis redes sociales, sé que será así porque lo hago con pasión, con amor. Espero poder seguir aportando y conectándome con más colegas increíbles. ¿Qué significó para usted estudiar la carrera de Pedagogía en Lengua Castellana y Comunicación en la Universidad Católica del Maule? Sin duda ha sido una de las etapas que más marcó mi vida. Yo había estudiado antes otra pedagogía. Estuve durante dos años en una carrera que no era la indicada, y por eso cuando entré a PLCC mi vida cambió en muchos aspectos. No solo me interesaban todos los ramos, sino que también me encontré con profesoras increíbles. En la carrera me di cuenta de mis capacidades, ahí vieron que tenía potencial y no dudaron en hacérmelo saber, exigir harto porque sabían que podía dar más. También hubo otras instancias, como el Voluntariado de Español, mi participación en el Centro de Estudiantes, los seminarios y congresos, y por supuesto las prácticas tempranas, un montón de experiencias que forjaron la profesional y también la persona que soy. En la UCM yo me apasioné por la carrera, me quedó ese bichito de siempre querer hacer más. Agradezco a mis profesoras, que sé que leerán esto, por inspirarme tanto. ¿Qué sugerencias le daría a los y las jóvenes que quieren ser docentes? Les diría que, si les apasiona, lo hagan. Mucha gente les dirá que no, que no es rentable, que no se trabaja bien. Yo les diría que no se dejen limitar por las experiencias de otros. El mundo cambia, y sin desconocer que el sistema educativo tiene muchas falencias, hoy también existen otras posibilidades, y también hay espacios de trabajo que son amigables, buenos, y que te permiten crecer. Les diría que sean personas creativas, proactivas, que está bien romper el molde, lo importante es enseñar, y por sobre todo, nunca dejar de aprender. “Las opiniones vertidas en esta entrevista son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de la Universidad Católica del Maule”.