Dentro de la colección de artesanía del Museo de la Villa Cultural Huilquilemu, existe un grupo de iglesias en miniatura que replican algunas de las construcciones religiosas más emblemáticas de nuestro país. En la década de 1970, estos objetos llegan a Huilquilemu en el contexto de la formación de un nuevo conjunto de piezas artesanales que fueron recolectadas de distintas zonas de Chile, pero principalmente de la Región del Maule.

Este tipo de expresión artística, forma parte del patrimonio de la religiosidad popular de nuestro país. Se desarrolló en múltiples centros artesanales como Chiloé, Pilén y la zona norte de Chile, produciendo objetos identitarios de cada territorio, los que además, son un punto de interés común para muchos viajeros y coleccionistas interesados en la belleza de estas fachadas.

La representación de las iglesias es en algunos casos muy apegada al modelo original, mientras que en otros, la expresividad de su creador o creadora se manifiesta en simplificaciones y cambios de proporciones que aportan belleza y originalidad.

Distintos lenguajes arquitectónicos son retratados a través de la greda en esta colección, destacando los arcos y la torre central en la fachada de las construcciones chilotas, o los cambios sufridos por algunas iglesias como la de San Alfonso de Cauquenes, representada con las dos torres que tenía antes del terremoto de 2010.