[responsivevoice_button voice="Spanish Latin American Female" buttontext="Escucha la nota"] En Curicó la Sala Museo de las y los Profesores Normalistas abrió sus puertas, mientras que en Talca lo propio hizo la Villa Cultural Huilquilemu. La Escuela Normal Cecilio Imable se creó el 1 de septiembre de 1906 y funcionó hasta 1927 cuando fue cerrada temporalmente en el gobierno de Carlos Ibáñez del Campo. Tuvieron que pasar 21 años para que el establecimiento educacional volviera a abrir sus puertas en 1948 donde a la vez se permitió el acceso a mujeres, sin embargo, tras el golpe de Estado de 1973 vuelve a ser cerrada al igual que la mayoría de las Escuelas Normales del país. Las escuelas normales son parte del patrimonio nacional, fundamentales en su rol de alfabetizar a la población y contribuir con el desarrollo nacional. En la actualidad el edificio Nuestra Sra. del Carmen de la Universidad Católica del Maule en Curicó se sitúa en el mismo lugar donde estuvo la Escuela Cecilio Imable, continuando con la labor de formar profesionales con vocación de servicio. Debido a ello, la UCM abrió las puertas de la Sala Museo de las y los profesores normalistas el pasado 27 y 28 de mayo para que la comunidad se empapara de toda su historia y contribución a la educación de Chile. Cabe recordar que este museo se inauguró el 15 de diciembre de 2018 a partir de una investigación histórica-patrimonial del actual director de la UCM Curicó, Dr. Enrique Muñoz Reyes y la académica Dra. Nélida Ramírez, además de la colaboración de Boris Aliste, presidente de los profesores normalistas de Curicó, el apoyo de la Corporación Cultural de la Municipalidad de dicha comuna y la Universidad. Desde entonces han sido miles las personas que han visitado la Sala Museo, cifra que se incrementó para el Día de los Patrimonios. Por esto el Director de la UCM Curicó, resaltó la importancia de dar a conocer el legado pedagógico e histórico que se ve reflejado en la Sala Museo a través de documentos, fotografías, maquetas e inmobiliario. “Los visitantes apreciaron el lugar, hubo mucho interés por parte de los niños que se fotografiaron en los bancos”, señaló el director de Sede. De igual forma, el Dr. Enrique Muñoz destacó que hay una gran similitud en el sello de la UCM con el de las escuelas normales. “Sin duda es el espíritu de servicio, porque el lema de la escuela normal era, ‘aquí se viene a estudiar, de aquí se sale a servir’. La sociedad actual por el sello que más reconoce a los profesionales de todas las áreas que se han formado en la Universidad Católica del Maule, es por el espíritu de servicio”, comentó. En tanto, el presidente de los profesores normalistas en Curicó, Boris Aliste, valoró esta gran iniciativa. “Felicito al director de UCM Curicó y a todas y todos quienes colaboraron en el programa del sábado 27 y domingo 28 de mayo, con motivo de la celebración del Día de los Patrimonios al abrir las puertas y la exposición permanente, de la Sala Museo para ser visitada por la comunidad que recuerda, valora y respeta la historia y trayectoria de los Profesores Normalistas de Chile”, sostuvo. 2500 personas llegaron hasta Huilquilemu Con un gran marco de público se celebró también en Huilquilemu el Día de los Patrimonios. Tal como sucedió con Curicó, la Universidad, acogiendo la convocatoria del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, invitó a celebrar y participar de esta jornada en familia, disfrutando de los espacios privilegiados que posee la Villa Cultural Huilquilemu. La respuesta a esta convocatoria fue magnífica. Un total de 2500 personas se dieron cita durante el fin de semana para disfrutar del monumento histórico “Ex casa patronal de Huilquilemu”. Durante ambas jornadas el visitante pudo recorrer la casona y el parque, disfrutar de expresiones variadas de canto, danza, folclor, juegos típicos, degustación de comidas preparadas por los vecinos. También hubo momentos para celebrar la fe en el bodegón de la casona, visitar la exhibición de fotografía histórica de Huilquilemu e ingresar a la sala donde se exhibió el piano Chickering de 1885. Ambas jornadas fueron momento de disfrute familiar en los patios y corredores de la casona, donde se hacen visibles las expresiones genuinas de nuestra cultura popular.