Centro de Biotecnología de los Recursos Naturales (CENBIO) de la Universidad Católica del Maule Gracias al aporte del Fondo de Innovación Para la Competitividad (FIC) del Gobierno Regional, el Centro de Biotecnología de los Recursos Naturales (CENBIO) de la Universidad Católica del Maule (UCM) hoy muestra interesantes resultados sobre las propiedades beneficiosas para la salud y proyección sobre desarrollo de productos a partir de Coile, Arrayán y Chequén. Lo que podía ser una mañana normal de estudio para los estudiantes de la Escuela Rural Los Maitenes de la Comuna Río Claro, el jueves 23 de noviembre se convirtió en toda una interesante y provechosa experiencia de aprendizaje, esto con la llegada de los académicos y profesionales de la Universidad Católica del Maule (UCM), quienes compartieron material educativo sobre los resultados del proyecto Valorización de Coile, Arrayán y Chequén para su producción y aprovechamiento sustentable como productos forestales no madereros, desarrollado por el Centro de Biotecnología de los Recursos Naturales (CENBIO) de la Universidad Católica del Maule. “Buscamos generar una plataforma científico-tecnológica que permita aumentar la competitividad de las comunidades rurales de la Región del Maule, mediante la socialización de las metodologías y tecnologías desarrolladas para el uso sustentable de tres especies leñosas nativas”, comentó la Dra. Karla Quiroz, directora del CENBIO UCM. Las especies que aborda la investigación son el Coile –Lardizabala biternata-, semiliana usada tradicionalmente en cestería y cuyos frutos son comestibles; el Arrayán -Luma apiculata-, árbol cuyos frutos cuentan con diversas propiedades alimenticias y medicinales, siendo un potencial berrie nativo y el Chequén –Luma chequen-, arbusto tradicionalmente usado para combatir trastornos digestivos y respiratorios. Punto caliente de flora La zona central, compuesta entre las regiones de Coquimbo y Los Lagos, cuenta con los mayores índices de endemismos en términos de flora, comentó Quiroz, lo que sumado al alto grado de antropización de la zona -transformación que ejerce el ser humano sobre el medio- se perfilan como un “punto caliente” para la conservación de la biodiversidad según los estándares de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Por lo anterior, “la generación de conocimiento acerca de los recursos naturales de Chile Central se hace prioritaria y hace necesario impulsar el desarrollo de iniciativas que permitan conocer, valorizar, rescatar y aprovechar parte del patrimonio natural de Chile Central para aumentar las opciones sustentables de desarrollo en zonas de alta vulnerabilidad”, agregó la investigadora UCM. En su desarrollo, la investigación realizó trabajo de campo en la exploración del bosque nativo de la región del Maule localizando poblaciones de especies, caracterizando las condiciones generales de sitio y la recolección de muestras como hojas, ramas o estacas y sus frutos. Paralelamente, se abordaron las dimensiones de trabajo de laboratorio para el análisis químico de las especies y la posterior selección de las más relevantes, con potencial de desarrollo en las áreas de medicina, agricultura y/o alimentación; la etapa de pruebas para validar la factibilidad de reproducir y propagar las especies bajo condiciones controladas y finalmente la realización de diferentes instancias de difusión con la comunidad, como son estudiantes, agricultores y organismos públicos estratégicos relacionados al proyecto. “Las especies en las que se centra este proyecto se distribuyen con cierta uniformidad dentro de la región del Maule, tanto en la zona costera como en la precordillera andina”, señaló la ingeniera agrónoma del CENBIO UCM, destacando que según registros históricos a los que han tenido acceso en el proyecto ya da cuenta de que las especies seleccionadas en el proyecto –Coile, Arrayán y Chequén- eran usadas hace décadas para diversos usos y propiedades medicinales y alimenticias, mismas que hoy son corroboradas en laboratorio. Resultados A partir del proyecto del CENBIO UCM, se logró establecer métodos de cultivo para Chequén y Arrayán, realizando con éxito pruebas en propagación in vitro y ex vitro de material vegetativo y germinativo en ambas especies. En cuanto a Coile, la propagación a través de material vegetativo es más compleja, explicó la especialista, tema en el que hoy están enfocados los esfuerzos del grupo de investigadores para lograr la propagación por semilla, afirmó Quiroz. En cuanto a la fitoquímica de estas especies –estudio de los componentes químicos de los vegetales-, los análisis arrojaron que todas las especies presentan flavonoides, antocianinas y taninos, elementos altamente valorados en la producción de productos de salud y alimentos, sin embargo, solo en el caso de Arrayán y Chequén se identificó la presencia de esteroles y alcaloides, afirmó la Dra Evelyn Villagra, investigadora del proyecto. “Hasta ahora se ha demostrado que los frutos de Coile pueden tener potencial alimenticio por su sabor y por la etnobotánica asociada a su uso como alimento”, expresó la especialista, mientras que sus hojas no contienen antocianinas pero sí rutina, glucósido flavonoide que pueden tener efectos beneficiosos para la salud como antinflamatorio natural, reducir los síntomas de hemofilia o mejorar la circulación. “El Chequén ha mostrado tener un importante contenido de antocianinas en sus frutos, destacando la presencia de antioxidantes -malvidina tres de glucósido-”, sentenció la investigadora Villagra UCM. El próximo 04 de diciembre a las 19:30 horas, el proyecto “Frutos Perdidos del Bosque” presentará de forma gratuita a la comunidad en el Centro de Extensión UCM Talca -3 norte 650- el cortometraje que da cuenta de la experiencia científica dirigido por Roberto Ludueñas.