[responsivevoice_button voice="Spanish Latin American Female" buttontext="Escucha la nota"] Respondiendo a una realidad global, las universidades y centros de formación han debido acelerar su paso a lo digital empujados por esta nueva realidad que impone la pandemia por COVID-19, apostando hoy por modalidades semipresenciales que exigen revalorar la calidad asociada a estas nuevas formas de enseñanza. Si hoy uno transita por los pasillos de cualquiera de los Campus de la Universidad Católica del Maule (UCM), pareciera que el tiempo se detuvo, ya que por resguardar la salud de la comunidad universitaria por la pandemia de COVID-19 se ha limitado el ingreso de personas, autorizándose solo a algunas unidades que mantengan sus servicios presenciales y con el desafío latente de reforzar sus estrategias de enseñanza a distancia. Sobre esta transformación que involucra a la gran mayoría de los procesos que se desarrollan en el plantel, la vicerrectora académica de la UCM, Dra. Mary Carmen Jarur, valoró las voluntades, capacidades y competencias demostradas por los diferentes estamentos que componen a la comunidad universitaria y que a esta altura del 2020 permiten vislumbrar el cierre del año, proyectando lo que será el 2021. “Este año fue sin duda el periodo más desafiante que nos ha tocado vivir en la UCM, donde hemos debido innovar en muchos aspectos. Esta adaptación nos ha permitido avanzar en la formación y progreso de las carreras de pregrado, la continuidad de los proyectos con el Mineduc, proyectos de investigación y vinculación con el medio. Al día de hoy llevamos en nuestra experiencia los aprendizajes que nos dejó el estallido social y hoy la pandemia; sumado a que las restricciones económicas que están impuestas a las Instituciones de Educación Superior. A pesar de este complejo escenario hoy estamos llamados a no claudicar a pesar de la adversidad”, indicó la Vicerrectora Académica de la UCM. En relación al desarrollo del año académico 2021, la doctora Jarur afirmó que se evalúan los escenarios posibles posterior al receso de las vacaciones de verano, considerando que según la experiencia internacional han ocurrido rebrotes del virus al regresar a lo presencial. “La incertidumbre del contexto nos exige estar preparados para los diferentes escenarios que se puedan dar, como son el retorno gradual a la presencialidad si se logra controlar el virus y que éste ya no fuera una amenaza para la salud de las personas. De todos modos, debemos priorizar las necesidades formativas de nuestros estudiantes y buscar de manera innovadora los caminos de solución”, expuso. Y es que todo lo que hace la UCM en físico, se traspasó a lo digital, siendo el ejemplo más palpable la reciente décimo cuarta versión de la Feria del Libro Infantil y Juvenil (FILIT), que con apoyo del Ministerio de las Culturas las Artes y el Patrimonio marcó más de 50 mil visitas en un evento que a todas luces parecía imposible de desarrollarse en modalidad no presencial. Fue así como durante una semana de noviembre –y en digital hasta la primera de diciembre- en www.filitucm.cl se llevó a cabo un nutrido programa de actividades orientadas a fomentar la lectura con la participación de editoriales, elencos artísticos y establecimientos educacionales que participan activamente desde la región, el país y otras partes del mundo. “Hemos demostrado que la descentralización es más que un discurso para la UCM, llegando a todas las comunas del Maule, varios lugares del país y el extranjero, generando actividades mediadas y didácticas que promueven la apreciación de las diversas disciplinas artísticas desde el libro y la lectura”, concluyó la directora de Extensión Cultural, Bárbara Godoy. Bibliotecas en pandemia Otro ejemplo de cómo se han ido rompiendo paradigmas en cuanto a cómo funcionan las Universidades hasta hoy, son las adecuaciones que implementó el Sistema de Bibliotecas de la UCM. “Nadie se imaginó que este año tendríamos que enfrentar una emergencia sanitaria que afectaría en forma global la salud, la educación y la población en general. En este contexto las universidades hemos tenido que salir adelante con una fuerte merma en sus recursos e innovando en la forma de hacer universidad. Las bibliotecas universitarias no quedaron ajenas a esta realidad, de un día para otro nos dimos cuenta que no teníamos usuarios para recibir, los libros en estanterías quedaron estáticos y los espacios de estudio completamente vacíos”, comentó Jaime Albornoz, director de Sistema de Bibliotecas del plantel. Ante esa nueva realidad, continuó el director, se priorizó la compra de bibliografía en formato digital teniendo un incremento de más del 800% en relación al año 2019, por otro lado, para dejar disponible la bibliografía que no existe en formato digital, se adquirieron dos escaner para la digitalización de libros, lo cual permitió comenzar a digitalizar toda la bibliografía mínima y complementaría de cada uno de los programas de estudio. “Junto con lo anterior, se desarrolló una plataforma para visualizar todos los libros disponibles en formato digital. También se potenciaron las guías temáticas, que permite entregar una diversidad de recursos agrupados por carreras y se realizó un importante trabajo en las capacitaciones vía teams, donde se enseña el uso de los diferentes recursos de información disponibles en la biblioteca virtual del SIBIB”, puntualizó el director.