Jóvenes optaron por la profesión más linda del mundo en la UCM
Cientos de jóvenes inician su proceso formativo en el plantel con el sueño de ser profesores.
A pesar de la baja en las postulaciones a nivel nacional, que significó que muchas de las carreras de pedagogía del país no completaron sus cupos, son miles de jóvenes los que siguen su sueño de convertirse en profesores con el ánimo de intervenir directamente en la ansiada mejora de la calidad de la educación en todos los niveles.
Este fenómeno nacional es una tendencia país que se está viendo hace un par de años. “Yo creo que se agudizó por distintas razones y entre ellas, el cambio en las exigencias para entrar a estudiar una pedagogía”, expresó el rector de la UCM, Dr. Diego Durán Jara, a un conocido diario de circulación nacional.
Independiente de este panorama, Tomás Rojas, es uno de los jóvenes que sueñan con ser un profesor y aportar a la educación desde dentro luego de concretar su matrícula en la Escuela de Pedagogía en Educación Física de la UCM -acreditada por siete años-. “Elegí esta carrera porque siempre me ha gustado la educación física, y además estudiarla en la Universidad Católica ha sido mi opción, porque tiene gran prestigio, es muy buena su infraestructura y he visto, a través de la internet, las actividades que se hacen en esta universidad y me han gustado mucho, así que estoy muy contento”, indicó.
Para Francisca Camila Romero, matriculada en la Escuela de Pedagogía en Lengua Castellana y Comunicación -acreditada por 3 años-, también de la Facultad de Ciencias de la Educación, la decisión no fue fácil ya que al principio no estaba muy segura de lo que quería estudiar. “Estaba enfocada en otra carrera, pero, después de ver los resultados de la PSU, noté que me había ido súper bien en lenguaje, y me di cuenta de las capacidades que tengo en esa área, además me gusta enseñar, entonces preferí irme por una pedagogía. Siempre había querido estudiar en la Universidad Católica del Maule, una universidad que tiene alto prestigio”, expuso la novata beneficiada con la Beca Vocación de Profesor.
En el caso de Catalina Tapia Albornoz, matriculada en la Escuela de Pedagogía en Educación Especial -acreditada por siete años-, fue la acreditación institucional y las referencias de cercanos lo que pesó más al momento de tomar una opción. “Opté por la carrera de Educación Diferencial en la Universidad Católica del Maule, porque me la recomendaron mucho, por tener alta acreditación, y como soy atleta me refirieron que en la UCM tendré muchas posibilidades de competir, de seguir paralelamente con mi disciplina”, sostuvo.
Según la proyección del Sistema Único de Admisión (SUA), al año 2023 en el que se exigirán 550 puntos PSU como mínimo para postular a una pedagogía, la matrícula de estar carreras podría caer hasta en un 30%.
A pesar de la baja en las postulaciones a nivel nacional, que significó que muchas de las carreras de pedagogía del país no completaron sus cupos, son miles de jóvenes los que siguen su sueño de convertirse en profesores con el ánimo de intervenir directamente en la ansiada mejora de la calidad de la educación en todos los niveles.
Este fenómeno nacional es una tendencia país que se está viendo hace un par de años. “Yo creo que se agudizó por distintas razones y entre ellas, el cambio en las exigencias para entrar a estudiar una pedagogía”, expresó el rector de la UCM, Dr. Diego Durán Jara, a un conocido diario de circulación nacional.
Independiente de este panorama, Tomás Rojas, es uno de los jóvenes que sueñan con ser un profesor y aportar a la educación desde dentro luego de concretar su matrícula en la Escuela de Pedagogía en Educación Física de la UCM -acreditada por siete años-. “Elegí esta carrera porque siempre me ha gustado la educación física, y además estudiarla en la Universidad Católica ha sido mi opción, porque tiene gran prestigio, es muy buena su infraestructura y he visto, a través de la internet, las actividades que se hacen en esta universidad y me han gustado mucho, así que estoy muy contento”, indicó.
Para Francisca Camila Romero, matriculada en la Escuela de Pedagogía en Lengua Castellana y Comunicación -acreditada por 3 años-, también de la Facultad de Ciencias de la Educación, la decisión no fue fácil ya que al principio no estaba muy segura de lo que quería estudiar. “Estaba enfocada en otra carrera, pero, después de ver los resultados de la PSU, noté que me había ido súper bien en lenguaje, y me di cuenta de las capacidades que tengo en esa área, además me gusta enseñar, entonces preferí irme por una pedagogía. Siempre había querido estudiar en la Universidad Católica del Maule, una universidad que tiene alto prestigio”, expuso la novata beneficiada con la Beca Vocación de Profesor.
En el caso de Catalina Tapia Albornoz, matriculada en la Escuela de Pedagogía en Educación Especial -acreditada por siete años-, fue la acreditación institucional y las referencias de cercanos lo que pesó más al momento de tomar una opción. “Opté por la carrera de Educación Diferencial en la Universidad Católica del Maule, porque me la recomendaron mucho, por tener alta acreditación, y como soy atleta me refirieron que en la UCM tendré muchas posibilidades de competir, de seguir paralelamente con mi disciplina”, sostuvo.
Según la proyección del Sistema Único de Admisión (SUA), al año 2023 en el que se exigirán 550 puntos PSU como mínimo para postular a una pedagogía, la matrícula de estar carreras podría caer hasta en un 30%.
