Vecinos del barrio norte de Talca se capacitan junto a jóvenes profesionales
Comunidad Vita Fidei de la Pastoral UCM
Egresados de la Universidad Católica del Maule y de otras casas de estudios de la Región, realizaron intervenciones en la ciudad, que fueron muy bien recibidas por la comunidad.
Tres jornadas (en agosto, septiembre y octubre), fueron las que realizó la Comunidad Vita Fidei este año. Un espacio organizado por la Pastoral UCM que reúne a jóvenes titulados con el objetivo de que vivan la fe y puedan ser un aporte a la región, compartiendo sus conocimientos profesionales en directo beneficio de la comunidad.
Primeros auxilios, de relajación, juegos para niños, de manipulación de alimentos, fueron algunas de estas capacitaciones, las que tuvieron una alta concurrencia y fueron muy bien recibidas por quienes participaron.
En ellas participaron más de 30 egresados de la Universidad Católica del Maule, quienes siguiendo la carta apostólica de Benedicto XVI -Sacramentum Caritatis-, misionaron en el barrio norte de Talca, en las inmediaciones de la Parroquia San Alberto Hurtado, donde visitaron un grupo de 59 familias de la Villa Don Renato, actividad que incluso se difundió a través de la Radio Primavera de Talca, además de impartir talleres prácticos.
Silvia Herrera, fue una de las beneficiadas con el taller de relajación, instancia que para ella fue muy positiva. “Hay muchas cosas que necesitamos saber, como estos talleres que hacen mucha falta, porque el cuerpo se estresa mucho y acá aprendemos y podemos compartir con ellos”, sostuvo.
Concepto que fue reforzado por Paulina Pérez, kinesióloga y que impartió el taller. “Lo enfocamos como parte del cuidado personal. La relajación y el bajar las revoluciones de nuestra vida diaria, es necesario para evitar un gran número de enfermedades que se desencadenan por estrés emocional y cansancio psicológico. Lo bueno es que, con ejercicios cortos y sencillos, se puede poner en práctica lo aprendido”, destacó.
La importancia de la Misión
Junto con los talleres, un grupo de profesionales jóvenes, se dio el tiempo para compartir con las familias del barrio norte de Talca, llevando el evangelio a la comunidad.
Joaquín Cabrera, egresado de Trabajo Social, destacó esta iniciativa señalando que “Es un espacio de extensionismo de la Parroquia San Alberto Hurtado, ya que les entregamos información de las actividades que realizan ellos, los horarios y así la acercamos un poco más a la gente de su sector”, dijo.
Otra de las misioneras fue Catalina González, egresada de Pedagogía General Básica, en Curicó, quien explicó que “Es una bonita instancia en la que nos podemos fortalecer como profesionales con el sello de la universidad”, agregando que “La recepción es bastante buena. Si bien la gente no participa mucho en la Iglesia, si está muy receptiva al momento de conversar”, expresó.
“Gracias al espíritu Santo va fluyendo la conversación. Ellos nos plantean sus inquietudes, incluso hay veces que sentimos que las mismas personas nos están misionando a nosotros, porque son conversaciones muy profundas”, agregó Ángela Vera, titulada de Enfermería en la UCM.
Para los profesionales jóvenes profesionales, el participar de la comunidad Vita Fidei, ha sido una oportunidad de seguir ligados a la UCM, continuando con su vocación de servicio. “La Pastoral Universitaria dejó una huella en nuestras vidas, por eso luego de haber egresado, sentimos la necesidad de seguir participando en esta comunidad, donde somos profesionales en misión y podemos vivir nuestra fe en comunidad”, reflexionó Catalina González.
Ángela Vera, en tanto, comentó que para ella ser parte de esta agrupación “Nace de la necesidad de vivir el evangelio en comunidad. Cuando uno egresa de la universidad, deja de participar de la Pastoral y esta instancia además me permite el dar un servicio a la Iglesia”, expresó.
Además de estas tres intervenciones en el barrio norte de Talca, Vita Fidei se reunió durante el año a realizar misas y actividades de formación. A ello hay que agregar que para finales de noviembre (del 23 al 25) se proyecta un retiro espiritual en el que se compartirá el trabajo del año y se proyectará el 2019.