Sebastián Díaz ingresó vía Admisión Especial por discapacidadSebastián Díaz tiene 26 años, es técnico en Educación Especial y con orgullo cuenta que es nuevo estudiante de la U. Católica del Maule (UCM) gracias al ingreso vía Admisión Especial. “Postulé por el prestigio que tiene a nivel regional y nacional, también lo hice por un tema afectivo, ya que mi hermana estudia enfermería, por lo que para mis padres será un orgullo saber que sus dos hijos saldrán de la UCM”, comentó.

De todas maneras el camino que tuvo que transitar para llegar a la Universidad, no ha sido nada de fácil. A los 21 años producto de una negligencia médica, que lo mantuvo un mes en coma, Sebastián fue diagnosticado de una tetraparesia espástica, producto de una lesión extensa de la corteza cerebral que provoca una alteración del tono muscular, lo que deriva en una disminución de la movilidad en las cuatro extremidades (brazos y piernas).

“Estuve seis meses en silla de ruedas, y un año completo recuperándome en Teletón, institución de la cual estoy muy agradecido, porque recibí mucho apoyo”, señaló el nuevo estudiante de Pedagogía en Educación Especial UCM, carrera acreditada por 7 años, máxima posible.

Herramienta vocacional
Sebastián asegura que su proceso de admisión a la UCM fue expedito y recibió mucha ayuda, aunque no escondió un cierto temor por pasar de una carrera técnica a una profesional, más aún por su situación de discapacidad de origen físico.

“Al principio cuando estudié el técnico lo hizo por un tema de rehabilitación, porque las asignaturas me podían ayudar a aprender más sobre mi situación de discapacidad. Durante la carrera me empezó a gustar, el que por ejemplo jóvenes al verme estudiar en la Universidad, puedan motivarse a hacerlo y lograr sentirse realizados”, aseveró.

Sebastián además agregó que “la pedagogía es mi oportunidad de adquirir más herramientas para seguir en esto, a mi egreso me proyecto trabajando en organizaciones sociales, municipalidades, o entidades que trabajen con personas con discapacidad”.

Finalmente, el nuevo estudiante UCM, reflexionó sobre que “el tema de la discapacidad está en boga hace poco, especialmente en las instituciones públicas y privadas. En Chile antiguamente la gente con discapacidad no se veía mucho en la calle, a los niños los escondían o no les gustaba salir por el mal acceso a lugares públicos”, agregando que “no en todas las universidades tienen esta alternativa de admisión especial, muchos entran por PSU y les cuesta poder desplazarse, incluso dar la misma PSU cuesta, necesitas un tutor u otras facilidades. Que la UCM haya adquirido la consciencia inclusiva es muy valorable”, recalcó.

Acompañamiento y apoyo
Romina Gutiérrez, coordinadora del Programa de Apoyos y Recursos para la Inclusión (PARI) de la U. Católica del Maule, explicó que “durante 2016, que fue el primer año que funcionó el programa, oficialmente tuvimos tres estudiantes que requirieron apoyo. Al abrir este año la admisión especial por discapacidad, – Sebastián es el primero por esta vía-, al ser más conocidos, y ya teniendo un espacio físico completamente equipado, el número de estudiantes aumentó a nueve, algunos por PSU y otros casos, lo que es un avance muy significativo”.

Asimismo, la profesional encargado del PARI, quien hace un seguimiento a los estudiantes para que todas las condiciones sean accesibles para los jóvenes y puedan estar en igual de condiciones, agregó que “el programa busca dar apoyo pedagógico a los estudiantes y gestionar cualquier otra ayuda que requieran, tales como apoyo psicológico, kinesiológico, asistencia social, adecuación en sus lugares de práctica, entre otros”, cerró.