Una experiencia desde la atención primaria en contexto de COVID-19:
Alex Eduardo Ortiz Cabezas, Médico UCM de CESFAM Pelarco.
El periodo que estamos viviendo ha sido agotador para todos. Aquellos que trabajamos en salud, hemos vivido desde dentro la llegada de la pandemia a Chile. En la atención primaria, lugar en donde generalmente se realiza el primer encuentro de salud con la comunidad, se han vivido especialmente días complejos, situaciones que han cambiado el día a día de nuestro trabajo y nos enfrentan a grandes desafíos.
Nuestro quehacer en la atención primaria dado el aumento de enfermedades crónicas durante estos últimos años, ha virado inevitablemente hacia la solución y manejo de las enfermedades con una visión integral, conectada a las determinantes sociales de la salud, con dificultades para trabajar la prevención y promoción de salud. En contexto de la pandemia, esta realidad se ha visto exacerbada, poniendo a disposición de la comunidad toda nuestra capacidad posible, con una mirada mayor de urgencia y manejo de morbilidades, pesquisar y trazar pacientes con COVID-19. Se han cancelado controles de pacientes sanos, programas de salud crónica y salud mental, educaciones grupales, aplicación de la matriz familiar, entre otros, todo ello para focalizar los esfuerzos necesarios en el control de esta Pandemia.
En el trabajo nos dividimos en turnos para poder mantener la continuidad de la atención y disminuir la densidad de personas en el CESFAM, no exento de dificultades. El teletrabajo es un reto importante a nuestra salud mental, más aún en familias con varias labores hogareñas y niños. Los turnos, muchas veces con una carga de trabajo mucho mayor a la habitual y jornadas más extensas.
La comunidad por otro lado, se encuentra preocupada, angustiada y con miedo a contagiarse. Muchos de ellos no han tenido sus controles y se han descompensado. Las determinantes sociales se han mostrado con toda claridad y se pueden palpar las deficiencias y necesidades de muchas familias. Toda esta situación genera también mayores necesidades de atención y por ende una comunidad más demandante.
Estos cambios tanto en la APS como en nuestra comunidad, nos han llevado a vivir situaciones difíciles, nunca trabajadas con anterioridad, que demandan un gran esfuerzo de todos. Sin embargo, lentamente vamos empezando a atender a paciente descompensados con sus respectivos exámenes y aquello impostergable, tales como embarazadas, recién nacidos, entre otros. Lentamente la comunidad va aprendiendo a mantener medidas de cuidado e higiene, generando hábitos que nos servirán siempre desde lo vivido en adelante.
A pesar de todas las dificultades que se han presentado, se ha logrado con mucho esfuerzo responder a la comunidad. Entendemos que faltan muchas cosas y que no podemos bajar la guardia en este contexto, pero estos meses nos han entregado una experiencia única para seguir trabajando por una mejor APS.