Nélida Ramírez es parte de la iniciativa que busca articular y empoderar actores claves para acelerar la transición a sociedades bajas en carbono y resilientes al cambio climático.

La académica de la Facultad de Ciencias Sociales y Económicas, Nélida Ramirez Naranjo participó en el lanzamiento de la Alianza para la Acción Climática Chile en el marco del día de “Adaptación, Pérdida y Daño” de la COP26, agrupación que propone movilizar y articular a las comunidades locales de la sociedad civil, compuesta por las empresas, la academia y los gobiernos locales, para sostener y aumentar el compromiso país en las metas de adaptación y mitigación de los efectos del cambio climático.

Esta iniciativa global es liderada por World Wildlife Fund (Fondo Mundial para la Naturaleza) que busca articular y empoderar actores claves a nivel local, con el objetivo de acelerar la transición a sociedades bajas en carbono y resilientes al cambio climático. En concreto, quienes integran ACA Chile están comprometidos con la carbono neutralidad a más tardar el 2050, dentro del marco del presupuesto de Carbono de Chile y a visibilizar, coordinar y monitorear los compromisos de acción climática, e impulsar la implementación de acciones de adaptación y mitigación basadas en ciencia y con beneficios locales y regionales en América Latina, que potencien las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC) en el marco del Acuerdo de Paris.

El aporte de Nélida Ramírez es fundamental, gracias a su experiencia liderando la Red Campus Sustentable, conformada por 34 Instituciones de Educación Superior de Chile (Universidades, Institutos Profesionales y Centros de Formación Técnica).

La Universidad Católica del Maule es parte de la red desde el año 2016, por lo cual colabora en la promoción de la sustentabilidad en la educación superior. La idea, según la académica de la FACSE es que “a través de este canal generar las transformaciones que la sociedad requiere para ser sustentable y cuyos procesos formativos generen egresados responsables, ciudadanos que en cada una de sus decisiones reflejen un profundo respeto por la humanidad y la naturaleza”.

Y es que para Ramírez, el papel que juegan las instituciones de educación superior, es esencial “para alcanzar las metas que permitan hacer frente a la crisis climática, por lo que estamos trabajando para que desde una perspectiva transdisciplinaria se investiguen de forma integral los desafíos socio ambientales del siglo XXI, se encuentren sus soluciones y permitan avanzar en la construcción de una sociedad más sana y más justa; instituciones donde se respeten distintas formas de conocimiento y donde este se comparta de forma abierta. Todo lo cual está en concordancia con instancias y líneas de investigación y vinculación de nuestra facultad”.