Estudian acciones que sean sustentables tras exitoso trabajo que finalizó con la publicación de un libro de historias creada por alumnos de sexto básico.

Tras los incendios forestales que hubo en la región el año 2017 en toda la región, actores de la UCM, el Liceo Enrique Mac-Iver de Santa Olga en Constitución y la Fundación Servicio País, trabajaron con los niños y niñas de sexto básico, realizando diferentes intervenciones, para allanar la formación académica y la incorporación de la perspectiva del respeto a los derechos de niños, niñas y adolescentes en las situaciones de desastres socio-ambientales.

Aquella labor, entregó como resultado un libro de historietas (Retornando Juntos a Santa Olga) en el que a través de relatos cortos protagonizados por llamativos personajes, los niños y niñas de sexto del Liceo, compartieron cómo vivieron esta experiencia.

Pensando en cómo continuar el trabajo, el director regional de la Fundación Servicio País, Álvaro Gatica; el director de la Escuela de Santa Olga, Sebastián Olivares; los académicos del Centro de Atención Psicológica Integran (CAPI-UCM), Yanina Gutierrez y Gerardo Chandia; y el director General de Vinculación de la Universidad Católica del Maule, Jorge Burgos, estuvieron presentes en esta reunión en la que planifican los pasos a seguir tras la intervención que han realizado en aquella localidad.

El propósito de la reunión fue dialogar en torno a los proyectos que desde el año 2017 se desarrollan en conjunto entre el CAPI y Servicio País, con alumnos de la escuela de Santa Olga de Constitución, a propósito de los impactos psicosociales producto de los incendios forestales que afectaron a dicha comunidad educativa y que fueron foco de atención del trabajo colaborativo de ambas instituciones.

La académica de la escuela de Psicología, Yanina Gutiérrez, celebró esta reunión, ya que tal como lo comentó “Este es el tercer año en el que estamos presentes como Universidad y como los chicos ya están en séptimo básico, este debiera ser el último, por lo que queremos terminar y hacer un cierre, considerando que nuestra idea fue acompañarlos en el proceso de desarraigo que vivieron cuando tuvieron que ir a otro espacio y ya están habitando su nuevo lugar”, expuso.

“La idea de este nuevo acompañamiento tiene que ver con conceptos como el cuidado del espacio, del clima entre los compañeros, etc. Para ello tenemos que buscar mecanismos que sean sustentables, es decir que le quede algo a la comunidad, algún tipo de trabajo que prolongue el trabajo que hemos estado haciendo”, detalló.

Círculo virtuoso

El director General de Vinculación, Jorge Burgos, alabó el trabajo colaborativo entre las instituciones. “Desde la Dirección General de Vinculación hemos seguido el proyecto y su evolución y este refleja el sentido que como institución le damos a la vinculación con el medio, en el sentido de que de una situación muy lamentable que ocurrió, pudimos construir una propuesta de valor para la comunidad y para nosotros”, sostuvo.

“Lo que destaca a este proyecto es que cumple un ciclo virtuoso. Partimos haciéndonos cargo de una problemática presente en la región, encontrando aliados estratégicos, sensibilizando con los problemas de la comunidad, para buscar una solución en conjunto involucrando a los actores, que en este caso fueron los niños, lo que lo hizo muy significativo”, finalizó la autoridad.