UCM gradúa a su primera generación de profesores en Lengua Castellana
Este vienes 07 de abril en el Campus San Miguel
La Escuela de Lengua Castellana y Comunicación de la U. Católica del Maule (UCM), vivirá este viernes 07 de abril su primera ceremonia de titulación junto a un grupo de 25 nuevos profesionales, quienes ya se encuentran en su mayoría trabajando en diferentes establecimientos maulinos para la formación de jóvenes.
Fiel al compromiso que tiene la UCM con la educación del país, la casa de estudios vivirá un nuevo hito con la graduación de los profesores de Lengua Castellana a realizarse este viernes 7, a las 19.00 horas en el Aula Magna Monseñor Carlos Gonzalez C., del Campus San Miguel.
“Estamos muy emocionados con este hito y muy orgullosos de nuestros egresados. La primera generación de graduados de la Escuela cierra su ciclo formativo e inicia su desarrollo laboral con el sello característico de la universidad. Se trata de 25 profesionales de excelencia, con sólidos conocimientos de la disciplina que enseñan, así como del quehacer pedagógico; jóvenes profesores impulsores de cambios y al servicio de la educación de nuestra región y del país”, comentó la directora de Escuela, Giselle Bahamondes.
Macarena Carrasco, egresada de la primera generación valoró la formación adquirida en la UCM. “Evalúo de forma muy positiva el trabajo de la universidad, y en especial, el de la docente encargada de los módulos de prácticas, puesto que se preocupó de insertarnos y prepararnos para diversas realidades, ya sea rural, urbana, municipal, particular, técnico profesional, científico-humanista, etc. Además de esto, cada estudiante pudo insertarse en todos los niveles de enseñanza”.
También, la actual académica de la casa de estudios, donde es docente del módulo “Alfabetización Académica” (A+A), destacó la personalización en el trato que le dio la escuela a cada uno de sus estudiantes, indicando que “a pesar de ser pequeña, estaba bien organizada y nos atendió todas nuestras inquietudes mientras fuimos estudiantes”.
Por último Carrasco resaltó el sello de disciplina y la calidez con el que fueron formados. “Nos instaban a llegar siempre puntuales, con una presentación formal impecable, respeto por el otro, pero sin olvidar nunca que trabajamos con jóvenes, quienes requieren afecto y palabras de ánimo”.