Asignaturas con foco en el desarrollo sustentable en la producción, distribución y comercialización de alimentos, además de contenidos sobre promoción de hábitos saludables y un constante vínculo con la comunidad; es la apuesta que realiza esta carrera, la única en la Provincia de Curicó.

Chile desplazó a Estados Unidos y a México y se posiciona como el país de la OCDE con el mayor índice de obesidad del mundo. Ese fue el titular que acaparó la atención de los medios durante este verano.

La Encuesta Nacional de Salud 2016-2017 evidenció que el 74 por ciento de la población mayor de 15 años presenta algún grado de malnutrición por exceso. Además, solo el 15 por ciento de los adultos come frutas y verduras diariamente y el sedentarismo es una realidad para el 86,7 por ciento de la población.

Todos estos factores tienen una directa incidencia en el desarrollo de enfermedades crónicas como hipertensión o diabetes. Y, según los expertos, es muy probable que también se vea un impacto al alza por las recientes condiciones de confinamiento y aislamiento social a causa del COVID-19.

Ante esta problemática de salud pública ¿Cómo se están formando los futuros profesionales de la Nutrición? Sandra Muñoz, directora (s) de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad Católica del Maule (UCM) explicó que “la Escuela ha creado instancias dentro de su formación curricular en asignaturas que son específicas desde la promoción de hábitos saludables evitando que se desarrollen estas patologías, como así también en la prevención y el tratamiento dietético de las enfermedades crónicas no transmisibles”, expuso.

La carrera, única en la Provincia de Curicó también tiene un estrecho vínculo con la ciudadanía para hacer frente al desafío que las cifras plantean. “Trabajamos directamente con la comunidad en los laboratorios de simulación clínica con este tipo de usuarios (obesos) y en asignaturas avanzadas en centros de atención primaria en salud y centros hospitalarios, donde pueden adquirir competencias en la práctica para tratar los desequilibrios nutricionales y las consecuencias de estos. Así también trabajamos con distintas organizaciones para la promoción y prevención de este tipo de patologías, realizando intervenciones a lo largo del ciclo vital, implementando distintas estrategias educativas para contribuir a reducción de estos indicadores”, detalló.

Responder a los cambios epidemiológicos

A través del reciente rediseño curricular que inició en 2019, y que se ha implementado en 2020, la carrera de Nutrición y Dietética UCM ha orientado su modelo a competencias, cuyo plan de estudios busca responder a crecientes y múltiples necesidades que presenta el mundo, el país y la región, considerando los acelerados cambios epidemiológicos de la población, desarrollando cuatro áreas de desempeño profesional, como son Nutrición Clínica, Alimentación Colectiva, Salud Pública, e Intervenciones Nutricionales en Establecimientos Educacionales.

“Se incluyen temas tan relevantes como el desarrollo sustentable, tanto en la producción, distribución, como comercialización de los alimentos, de tal forma que nuestros estudiantes, en un futuro, sean capaces de generar propuestas para avanzar día a día en materias de sustentabilidad y logren ser agentes críticos de como la globalización ha afectado los patrones de consumo y producción de los alimentos en Chile”, puntualizó Muñoz.

Mirada regional

Y aunque es una problemática que afecta a todo el país, la mirada de la Escuela de Nutrición y Dietética de la UCM también está puesta en el Maule, donde según la Encuesta Nacional de Salud de 2010, el 23,54 por ciento de los niños tiene sobrepeso y el 11,79 por ciento es obeso.

El Mapa Nutricional Junaeb 2019 en la Región del Maule arrojó que un 54,6 por ciento de los estudiantes evaluados en todos los niveles educativos se encontraban con malnutrición por exceso, de ellos 29 por ciento tiene sobre pesos, y el 25,6 por ciento presenta obesidad y obesidad severa.

“Sin duda un desafío importante será abordar los índices anteriormente señalados, es por esto que nuestros estudiantes reciben una formación integral, con un fuerte énfasis comunitario y de responsabilidad social, son egresados que tienen arraigadas las ganas de desarrollar la identidad regional, que generan instancias de integración recíproca entre la Universidad y la comunidad Maulina. Líderes, con capacidad de trabajo colaborativo en equipos interdisciplinarios en organizaciones, atendiendo a las características de la Región del Maule y del país”, puntualizó la directora (s).