Celebró por tercer año consecutivo, tras adjudicarse la competencia FENAUDE, disputada en la Pontificia Universidad Católica.

Con la responsabilidad de validar otra vez el título de campeonas, viajó hasta Santiago la delegación de deportistas UCM a disputar una nueva edición del certamen que organiza la Federación Nacional Universitaria de Deporte (FENAUDE), que reúne a todas las universidades pertenecientes al Consejo de Rectores de Chile (Cruch).

Fue en la PUC, donde el equipo compuesto por estudiantes de Pedagogía en Educación Física, Ingeniería comercial, Pedagogía en Lengua Castellana, Enfermería y Medicina, nuevamente exhibió todas sus virtudes, siendo por tercer año consecutivas las ganadoras de este campeonato.
Fabiola Galaz, profesora de Educación Física, que con este torneo finalizó su etapa de seleccionada, ya que terminó su carrera, resumió el sentimiento grupal. “Estamos muy felices. Fueron muchos entrenamientos, de sacrificar horas de almuerzo, horas de sueño, de estudio, los días domingo, pero al final pudimos lograr el objetivo”, dijo.

Palabras que fueron complementadas por Javiera Valenzuela, estudiante de Medicina. “Como vamos avanzando en las carreras, cada año es más difícil y con más compromisos como las prácticas profesionales, por lo que hay que dedicarles mucho tiempo a los estudios y entrenar, lo que no es sencillo de compatibilizar, pero a pesar de todo, pudimos obtener el campeonato”, explicó.

Además del sacrificio, la entrenadora del equipo, Jessica Mondaca, agregó que dentro de las claves fueron los valores que tienen sus deportistas “Este año pusimos muy en juego lo que trae cada una desde el hogar y que se refuerza acá en la Universidad. A medida que crecen se hace más complicado reunirse, por lo que pusimos a prueba nuestra tolerancia, empatía y la solidaridad, porque en nuestro equipo si bien hay gimnastas con trayectoria, hay otras que se han formado estudiando acá, lo que requiere un trabajo diferente. Superar esa barrera nos condujo al éxito”, expuso la académica.
“No solo se ganó el campeonato, sino que ellas hicieron un trabajo de excelencia, con esquemas muy buenos, obteniendo el reconocimiento de las juezas y de todos quienes pudieron ver las presentaciones”, añadió luego Mondaca.

Compromiso a toda prueba

Para ser una vez más las mejores fue fundamental el saber compatibilizar los estudios y el deporte, situación que muchas veces no es sencilla, pero que con organización se puede lograr.

Así lo cree Javiera Valenzuela, quien señaló que “Lo más importante es el compromiso que uno asume con las compañeras y la técnico. Por ello es necesario saber identificar bien los objetivos personales tanto en el aspecto académico como deportivo. Gracias a eso entendí que si faltaba le estaba fallando a mis compañeras, no es un tema de que me iba a perder un entrenamiento”, aclaró.

Para terminar, Jessica Monda, que además de entrenadora del equipo de gimnasia rítmica, es directora de la Escuela de Pedagogía en Educación Física, explicó los beneficios que tiene para la formación profesional, el que los estudiantes sean deportistas. “Que realicen una actividad deportiva a este nivel es un complemento a su formación profesional. Los valores que se adquieren en el deporte son fundamentales para la vida y sin dudas distinguen a un profesional de otro”, sostuvo, recalcando que los académicos deben darles facilidades a sus estudiantes, para que se desarrollen en ambos frentes.