¿Por qué los terapeutas ocupacionales UCM son diferentes?
El enfoque biopsicosocial, el enfoque en innovación social y poner los conocimientos al servicio de la comunidad desde primer año, hacen que los futuros profesionales que se forman en la UCM marquen la diferencia.
Mientras otras universidades se dedicaron al trabajo cien por ciento online en pandemia, en la Escuela de Terapia Ocupacional de la Universidad Católica del Maule (UCM), el despliegue y compromiso en terreno fue una prioridad.
En Quinamávida y junto a los tejedores de telar mapuche de la localidad, comenzaron a aplicar los conocimientos adquiridos en primero año de la carrera. Desde junio de 2021, un grupo de 24 estudiantes voluntarios comenzaron el proyecto Tejiendo Redes que busca mejorar la salud de los artesanos para mantener su labor ancestral. Una iniciativa apoyada por la Fundación Superación de la Pobreza y el Centro Integral de Innovación Social UCM.
En ese momento y en uno de los callejones de la localidad maulina, María Emilia Pinto, estudiante de primer año de la carrera manifestó: “Nuestro primer semestre fue online y me interesaba mucho realizar actividades presenciales. Aprendí mucho y me encantó. Me gustaría que las tejedoras puedan conocer más su cuerpo y que se puedan dar cuenta de los cambios que se generan con el trabajo desde la terapia ocupacional y que, a futuro, no tengan complicaciones o que sus dolencias no avancen”, dijo.
Casa por casa, los jóvenes visitaron a los artesanos para sugerir pequeñas y económicas adaptaciones a la forma de trabajo y así evitar que su salud se viera afectada por posturas inadecuadas. Luego, el proyecto siguió creciendo y generaron operativos interdisciplinarios a los que se sumó la Escuela de Kinesiología y la mención de Oftalmología-Optometría de la Escuela de Tecnología Médica de la UCM.
Todo ese trabajo realizado por los propios estudiantes impactó positivamente en vida de los tejedores. “Agradezco un montón el interés que tuvo la Universidad Católica del Maule y Servicio País. Estamos muy felices de haberlos tenido a ustedes allá y que nos hayan dado la oportunidad de conocernos, de cómo pararnos, de cómo movernos, porque nosotros tejíamos no más y no nos preocupábamos de nosotros, de nuestras manos, de los huesos… por eso estamos muy felices y agradecidos y las puertas siempre van a estar abiertas para ustedes”, expresó Yéssica Díaz, presidenta de la Asociación de tejedores Nuevos Aires de Quinamávida.
Sello diferenciador
Para Daniela Robles, directora de la Escuela de Terapia Ocupacional UCM, la experiencia en Quinamávida grafica el por qué los terapeutas ocupacionales del plantel son diferentes. “Tiene que ver con que tenemos un enfoque biopsicosocial, eso quiere decir que nos preparamos para trabajar e intervenir en todas las áreas de la terapia ocupacional que son la salud física, salud mental, la salud infanto juvenil y también algún área de especial, por ejemplo: inclusión escolar, inclusión laboral, personas privadas de libertad. Además, el sello de nuestra formación de la carrera y de la UCM es el espíritu de servicio, eso quiere decir que, con nuestros conocimientos y desde primer año vamos apoyando a la comunidad y ayudando a que tengan acceso a la terapia ocupacional”, expresó.
Robles añadió que “un tercer sello diferenciador se verá reflejado en el plan de estudios e implica el componente de la innovación social. Conoceremos qué es y cómo aplicarla. Todo eso, cuando se suma y empezamos a generar conocimiento, la idea es que también desarrollemos una identidad propia de terapeutas ocupacionales que sepan actuar con problemáticas locales -no solo de Curicó- sino de toda la región del Maule proyectándonos al panorama nacional”, sostuvo.