El rector Dr. Diego Durán, explicó  la nueva normativa que busca dar respuesta a las situaciones del acoso y las inequidades asociadas a la discriminación de género.

El 15 de septiembre de 2021 se publicó la ley 21.369, que regula el acoso sexual, la violencia y la discriminación de género en el ámbito de la educación superior en Chile, la que tal como se indica por la Biblioteca del Congreso Nacional “tiene como objetivo promover políticas integrales orientadas a prevenir, investigar, sancionar y erradicar el acoso sexual, la violencia y la discriminación de género, y proteger y reparar a las víctimas en el ámbito de la educación superior, con la finalidad de establecer ambientes seguros y libres para todas las personas que se relacionen en las referidas comunidades académicas, con prescindencia de su sexo, género, identidad y orientación sexual”.

Una normativa que, para el rector de la Universidad Católica del Maule (UCM), el Dr. Diego Durán, da respuesta a la problemática que puso al centro del debate el movimiento feminista, quienes expusieron las injusticias históricas derivadas de roles y estereotipos de género, a la brecha significativa de oportunidades salariales o de carrera que se visualiza en relación al género en la sociedad.

“La ley busca tratar de erradicar conductas y culturas asociadas al aumento de esas brechas y por ello propone respuestas que no dejan espacios para la creatividad en su interpretación, sino que es concreta y específica, estableciendo caminos determinados y urgentes en su aplicación, la que ya en septiembre del año 2022 debe mostrar sus primeros concreciones”, puntualizó el rector UCM.

Sobre cómo esta nueva ley impactará a la UCM, el rector expuso que “Hay dos tipos de impacto que esta ley produce, por una parte, hay una acción concreta que va en la búsqueda de la incorporación de unidades a cargo de la temática y, por tanto, implica un cambio en la estructura institucional. Por otro lado, para nosotros como institución viene a complementar nuestra cultura de respeto a la persona y su originalidad, la que siempre hemos tratado de resguardar en base al respeto de cada uno”, explicó.

En esta modificación a la estructura, la UCM creará dos unidades, una de prevención y otra de investigación y sanción, unidades que responderán a las exigencias de los modelos que la ley contempla deben desarrollarse y que serán trabajados en una comisión participativa y equitativa, en la que se convocará a estudiantes, funcionarios administrativos y académicos, además de autoridades.

Participación de todos

Por ello, es que la autoridad institucional, le hizo a la comunidad un llamado a informarse y a participar de las distintas instancias que se abrirán para ir cambiando las culturas asociadas a las brechas de género. “La participación en esta ley, no se basa solo en la necesidad de hacer de la implementación un acto transversal, sino que precisamente, lo que se busca es que la participación garantice el compromiso para el cambio. Si todos no ponen de su parte, no es posible que una norma cambie la cultura, esta se transforma con la acción de cada uno”, dijo.

Y es que a juicio del Dr. Durán, esta ley, busca aportar al cambio cultural en el ámbito universitario, formativo y laboral. Por ello, su ambición y de quienes la han impulsado fuertemente, es que, en el corto plazo, se puedan erradicar experiencias de acoso y abuso.

Finalmente, al ser consultado sobre cuál cree el que es el principal desafío institucional que acarrea la ley 21.369, sostuvo que es “internalizar la preocupación, observar críticamente la realidad y aquellas definiciones que tenemos arraigadas por problemas tradicionales o por otras justificaciones, esto para aprender a ver y entender desde otros paradigmas, teniendo como base el respeto irrestricto a la originalidad y vicisitud de cada ser. Corolarios a estos desafíos es usar la herramienta que da esta ley de manera adecuada y que realmente impulse una cultura de cambio”, puntualizó.