Semana Santa: teólogos UCM reflexionan sobre su significado y tradiciones
“El misterio de la pasión, muerte y resurrección de Jesús, es el acontecimiento sobre el cual se construye la fe”, dijo el Pbro. Dr. Mauricio Albornoz.
La Semana Santa es uno de los momentos más importantes en la liturgia de la Iglesia. Es un tiempo de reflexión y recogimiento para los católicos que, a través de prácticas y ejercicios religiosos, buscan conectarse con su fe y recordar el sacrificio de Jesús por la humanidad.
Sobre el significado de este tiempo litúrgico; el Pbro. Dr. Mauricio Albornoz Olivares, teólogo y decano de la Facultad de Ciencias Religiosas y Filosóficas de la Universidad Católica del Maule; manifiesta que “la Semana Santa hace memoria del acontecimiento central de la fe cristiana, el misterio de la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Acontecimiento sobre el cual se construye la fe y que está en la base de todo lo que el cristianismo y la buena noticia de Jesucristo profesa y ofrece como invitación gratuita a toda la humanidad”.
El decano Albornoz recuerda que “los acontecimientos pascuales vienen a ser el corolario de toda la vida de Jesucristo. En la Semana Santa revivimos cada uno de los momentos que llevan al culmen de Jesús en total coherencia de vida como consecuencia natural de una vida entregada por fidelidad a la misión y amor a la humanidad”.
Por su parte, el Pbro. Dr. José Ignacio Fernández, teólogo académico de la Facultad de Ciencias Religiosas y Filosóficas y asesor de la Pastoral Universitaria UCM, afirma que durante esta semana “los cristianos no sólo recordamos los acontecimientos centrales de nuestra fe, sino que participamos de ellos, dejando que la pasión, muerte y resurrección de Jesús se hagan presentes en nuestras vidas. De este modo, dejamos que el Espíritu Santo obre en nosotros uniéndonos a Jesucristo en su pasión y muerte, para gozar de la vida nueva que nos regala con su resurrección. A este paso de la muerte a la vida lo llamamos el misterio pascual de Jesucristo, que se vuelve en estos días también en nuestra pascua, en nuestro paso con Él del pecado y la muerte a la vida en abundancia y fraternidad que nos ofrece desde hoy y para la eternidad. La vida humana adquiere un horizonte y un sentido hacia donde avanzar”.
Semana Santa, prácticas y tradiciones
Consultado por las tradiciones y prácticas religiosas más importantes durante la Semana Santa, el profesor Marcelo Correa Schnake, Dr. en Teología y académico de la Facultad de Ciencias Religiosas, resalta:
“La celebración eucarística de Domingo de Ramos, dando inicio a la Semana Santa y en la que se lee toda la pasión de Jesús. Es una de las misas más concurridas por los feligreses en el año litúrgico. Jueves Santo, en que se celebra la última cena de Jesús con sus apóstoles y en la que se bendicen los Óleos Sagrados que se utilizan durante el año en la administración de algunos sacramentos (bautismo, confirmación, orden ministerial y en la unción de los enfermos). Viernes Santo, en que se conmemora la pasión y muerte de Jesucristo. Este día se realizan las siguientes actividades litúrgicas: viacrucis y la Adoración de la Cruz. Este día, es el único del año, en que no se celebra la Eucaristía. Sábado Santo es un día de recogimiento y por la tarde o la noche se celebra la misa de resurrección. En esta misa se enciende el cirio pascual, señal de la resurrección de Jesús. La liturgia de la palabra se caracteriza porque en ella se leen siete lecturas y no tres como es común, en ellas se recorren distintos momentos de la historia de la Salvación de Dios con el Pueblo. Domingo de Gloria o de Resurrección, es la misa en la que se celebra el triunfo de la de la vida por sobre la muerte”.
La tradición del viacrucis
El profesor Correa afirma que entre las tradiciones más populares se encuentra el viacrucis, que se celebra en todas partes donde está la Iglesia católica. “Esta celebración es adaptada por cada pueblo según su cultura y costumbres. Es muy frecuente que en las 14 estaciones del viacrucis se represente, a través de la muerte de Jesús, las situaciones sociales, políticas y religiosas que viven los distintos pueblos. También en el viacrucis se expresan los sentimientos, intuiciones y comprensiones de los pueblos. Un ejemplo de ello, son los viacrucis en se requiere demostrar el padecimiento de Jesús y del pueblo ante el flagelo que soportan en el diario vivir, por lo que se flagela realmente al que representa a Jesús. En el viacrucis se expresa la presencia y vivencia de Dios en el pueblo más humilde, que corre la misma suerte de los desposeídos, de los que no tienen privilegios y ponen su confianza en el Dios que hace justicia y los salva”.
Semana Santa: cómo compartir su mensaje con aquellos que no son cristianos
Fernández explica que “en nuestra existencia todos podríamos reconocer algunas experiencias que se nos presentan como un paso de la muerte a la vida. Por ejemplo, el sacrificio de la siembra y la paciencia cuidadosa de la planta que da paso a disfrute de sus frutos, o el tiempo de embarazo y el parto que da paso a la maternidad y a una vida humana nueva, o la misma noche que da paso a la aurora del nuevo día. Pareciera que la creación entera lleva a en sí la estructura de la Pascua, que alcanza un valor pleno en el paso de la muerte a la vida de Jesucristo. Esta semana puede ser para todos una oportunidad para abrirnos a buscar más allá de nosotros mismos la respuesta a una vida más plena, justa y fraterna. A su vez, también puede ser el tiempo propicio para acoger libremente, a través de la Iglesia, el cumplimiento de las promesas realizadas al antiguo pueblo de Israel, que en Jesús se abren a toda la humanidad”.
Los tres académicos concuerdan que lo más importante es vivir la Semana Santa de manera profunda y espiritual, centrándonos en el significado más trascendente de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo; dedicándonos a la oración y la reflexión para así renovar nuestro compromiso con Dios y acercándonos a Él con un corazón humilde y agradecido por su amor incondicional.