El 10 de julio de 1991, Carlos González Cruchaga firma el acta que da inicio a la Universidad Católica del Maule.

Talca era una de las provincias con mayores índices de analfabetismo en el país. Para enfrentar esta situación, el Ministerio de Educación creó la Escuela Femenina Tierra y Hogar, un instituto de educación rural que tenía por objeto dar formación a la mujer campesina, la que se asentó en lo que hoy conocemos como el Campus San Miguel de la Universidad Católica del Maule.

Esta Escuela fue transformada posteriormente en una Escuela Normal, formadora de profesores primarios. El Obispo de Talca, Monseñor Manuel Larrain, decidió crear una escuela rural experimental, por lo que encomendó su organización al Padre Enrique Salman, experimentado educador y con gran capacidad organizativa quien, en 1946, había fundado en Talca la Juventud Obrera Católica, movimiento entregaba a jóvenes una formación católica integral.

Luego el Obispo de Talca se comunicó con el Rector de la Universidad Católica para obtener el patrocinio de esta institución, petición a la que accedió el Consejo Superior, por lo que el 5 de diciembre de 1960 se firmó un convenio en que se definieron los objetivos de la escuela y se estipularon las condiciones bajo las cuales la Universidad ejercería su tuición.

La transformación de Escuela a sede regional de la Universidad Católica

Por aquellos años (década del 60’) en Chile y sobre todo en las regiones, existía la preocupación por el centralismo que se estaba dando en la educación, lo que se acentuaba aún más en la formación de profesionales, por lo que comenzó un movimiento para crear instituciones que permitieran elevar el nivel profesional, técnico y cultural fuera de Región Metropolitana.

Valdivia tomó la iniciativa y creó la Universidad Austral, aunque por la fuerte tradición centralista que había caracterizado todo el desarrollo educacional chileno, se mantenía la aspiración de que la Universidad de Chile representara y dirigiera toda la educación superior, por lo que el rector de aquellos años, Juan Gómez Millas, creó las Sedes Regionales que se establecieron en las ciudades más importantes del país.

Otro antecedente importante fue que los obispos y grupos católicos de las distintas diócesis, también exponían la necesidad de disponer de sus propios centros de educación superior con el fin de que el catolicismo tuviese una presencia viva en el desarrollo regional, por lo que, buscaron el respaldo de la Universidad Católica de Chile, para que diera su apoyo tanto en lo académico, como en lo institucional, considerando que estaba facultada por la ley para otorgar títulos profesionales válidos.

De esa forma al finalizar la década del 60 la PUC estableció sedes regionales en Talca, Concepción, Temuco y Villarrica, por lo que la antigua Escuela, se transformaba en la sede Regional oficializado en el Decreto de Rectoría N 13/70, del 11 de marzo de 1970 que establecía la fundación de la sede del Maule de la U. Católica de Chile.

La Escuela de Educación de Curicó, en tanto, se inició en 1974 como Campus Curicó, dependiente de la Sede Regional del Maule, para atender carreras de carácter pedagógico.

Con el paso de los años, poco a poco estas sedes regionales, fueron sumando estudiantes y prestigio, hasta que en 1981 se dicta una nueva legislación sobre la educación superior, la que fomenta la regionalización de esta, amparados bajo el argumento que no era adecuado mantener un sistema centralizado.

Aquella nueva política, en comienzo fue resistida por los obispos de las diócesis correspondientes, quienes consideraron que la incorporación de las sedes de la Universidad Católica a las nuevas universidades regionales haría desaparecer la presencia de la enseñanza católica.

Nace la UCM

Con el inminente cierre de la sede Talca de la PUC, apareció entonces la figura de Monseñor Carlos González Cruchaga quien, tras conocer este escenario, tomó la bandera de lucha y lideró un proceso con el apoyo del obispo de Temuco y Concepción de esa época, y autoridades de la región y de la comunidad universitaria. Se golpearon todas las puertas, incluso la de la Santa Sede, para cambiar la decisión, cosa que finalmente se logró y producto de aquello nació la Universidad Católica del Maule, como organismo dependiente del Obispado de Talca, para formar profesionales, imbuidos de un auténtico espíritu cristiano al servicio de la sociedad siendo Don Carlos su primer Gran Canciller.

Así el 10 de julio de 1991, Carlos González Cruchaga firma el acta que da inicio a la Universidad Católica del Maule, institución creada para mantener el legado de sus antecesoras y dedicarse al servicio desde la formación de profesionales.