El Covid-19 ha cambiado incluso, las rutinas de vida de las familias, por lo que el abastecimiento de alimento es más limitado. La académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad Católica del Maule sede Curicó, Leyla Juri Chamal, experta en inocuidad alimentaria, entregó recomendaciones para conservar los productos alimenticios en buen estado y por más tiempo. 

En tiempos de cuarentena, donde las salidas deben ser estrictamente necesarias, el llamado es a mantener el aislamiento social, por lo que las salidas a los supermercados o ferias libres, no se realizan con la misma frecuencia. El Covid-19 ha cambiado las rutinas de vida de las familias y el abastecimiento de alimentos, forma parte central de las preocupaciones en los hogares.

Por ello, la académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad Católica del Maule sede Curicó, Leyla Juri Chamal, que además es experta en inocuidad alimentaria, entregó tips para que las familias puedan manipular de manera correcta los alimentos que, por estos días, forman parte de su despensa puedan durar más tiempo.

La primera recomendación que entregó es la más utilizada en los servicios de alimentación que trabajan bajo el principio ‘El primero que entra es el primero que sale’ es decir, lo primero que compré es lo primero que debo utilizar, esta regla es para alimentos frescos como frutas, verduras, huevos e incluso algunos lácteos.  En el caso de los alimentos no perecibles como arroz, fideos, legumbres, entre otros, se aplica el principio de ‘Primero que vence, primero que sale’, la fecha de expiración más próxima es la que debo utilizar.

Lo segundo es que los alimentos siempre se deben guardar en su envase original y siguiendo las instrucciones que en él se detallan. La experta en inocuidad alimentaria y docente UCM, mencionó que de no ser posible regirse bajo estos principios, los productos deben ser almacenados en envases cerrados y refrigerados. Los alimentos no perecibles se deben almacenar en muebles idealmente cerrados, alejados del calor, donde pueden durar hasta 6 meses sin problemas.

¿Se puede extender la vida útil de los alimentos?

“En teoría se pueden congelar todos los alimentos, ya sea crudos, cocidos o platos preparados, idealmente debemos hacerlo en porciones de consumo habitual, por ejemplo, si quiero congelar carne o pollo, en un mismo envase se deben congelar todas las porciones que sé que voy a cocinar o consumir de una vez, ya que una vez descongelado, ningún alimento puede ser vuelto a congelar”, detalló Leyla Juri, docente UCM.

Según la académica, la idea es no afectar la textura una vez descongelados, por esto, el proceso de congelación debe ser lo más rápido posible, mientras que el proceso de descongelación lo más lento posible. Es decir, debe ser sacado del congelador y almacenado en la parte del refrigerador el día anterior a la preparación o consumo.

En el caso del pollo, carne roja, alimentos cocinados o frutas en forma de pulpa o puré, pueden durar congelados hasta 6 meses.  “Todo alimento preparado, una vez frio debe ser almacenado en refrigeración o congelación. Los alimentos cocinados deben ser almacenados en envases herméticos y pueden durar 2 a 5 días según la composición, las carnes deben ser almacenadas en bolsas cerradas y su duración en el refrigerador es de 2 a 3 días, en el caso de las verduras, deben ser guardadas en bolsas para evitar el exceso de humedad que hará que se pudran más rápido”, dijo la docente UCM.

Para el proceso de re termalización, es decir, recalentamiento, sugirió hacerlo en la cocina u horno, de esta manera se asegura un tiempo y temperatura adecuado (sobre 70°), ya que una de las falencias de calentar alimentos en microondas es que el calor no se distribuye uniformemente, lo que implica tener que calentar varias veces, afectando directamente a la textura y sabor de los alimentos ya que pierden humedad y se resecan.

¿Cómo reconocer si un alimento está descompuesto?

Las formas más fáciles de identificar un alimento descompuesto es que cambian sus características organolépticas, que son los atributos que se pueden percibir con los sentidos, como el color, olor, sabor y textura. “Una forma fácil de identificar un producto lácteo descompuesto es por la textura, si esta no varía por ejemplo en un yogurt es por el olor o en último caso el sabor, que estará notoriamente más ácido. En el caso de los quesos frescos por ejemplo, se observa que están más “pegajosos”, tienen olor ácido y se les observa más suero que el habitual”, comentó.

Respecto de las carnes, dijo que el olor se nota de inmediato. En el caso de las carnes rojas crudas se observa liquido rojo en abundante cantidad en la bolsa o bandeja que se encuentra almacenada. Los alimentos grasos como mantequillas o incluso en los frutos secos, la única forma es el mal sabor que uno siente al comerlos.

“Nunca se recomienda consumir alimentos después de la fecha de vencimiento, sobre todo en poblaciones de riesgo como niños, embarazadas y adultos mayores, los yogurts y lácteos en general tienen un margen de 3-5 días aproximadamente, después de la fecha de vencimiento”, puntualizó.

En el caso de pan, es fácil reconocer cuando no está en buen estado, la académica recomienda guardarlo en el refrigerador en bolsas de plástico o de tela, las bolsas de papel, como los cartuchos que hay en los supermercados, absorben humedad, resecándolo y como consecuencia se añeja más rápido.

Recomendaciones

• No consumir aquellos alimentos que se hayan mantenido a temperatura ambiente por más de 3 horas, tales como: tortas, pasteles, cremas, mayonesa, pescados y mariscos frescos, alimentos que contengan carne, huevo, mayonesa, cremas.
• Almacenar en lo posible, los alimentos en lugares frescos, ventilados y protegidos de insectos, roedores y animales domésticos, de manera de evitar la contaminación
• Separe los alimentos crudos de los cocidos a fin de evitar la contaminación cruzada.
• Lave frecuentemente tablas de picar y cuchillos y cada vez que cambie de producto que va a manipular.
• Los recipientes y envases en los que se almacenen los alimentos deben estar limpios, cerrados y en buen estado.
• Lave bien sus manos antes, durante y después de manipular alimentos
• Almacene el pan en el refrigerador, guárdelo en bolsas plásticas o de tela, ya que los cartuchos de papel, absorben la humedad, resecándolo y como consecuencia se añeja más rápido.