Resultados de una investigación historiográfica pueden contarse y enseñarse de formas distintas
Diego Arango López, académico de Pedagogía en Historia, Geografía y Ciencias Sociales de la UCM, forma parte del grupo de investigadores del cortometraje “Solectrics, el terremoto de 1906”.
El terremoto que azotó a Valparaíso en 1906 dejó casi destruida a la ciudad, la cual ardía en muchos puntos, los muertos se contaban por miles. Una tragedia que quedó registrada en fotos, las cuales son publicadas en un interesante cortometraje realizado por Daniel Loyola, Andrea Carvajal y Agustín Chamorro.
La película contó con un grupo de investigadores: María Angela Cifuentes, Nicolas Superby y Diego Arango López, este último académico de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Católica del Maule.
“La realización de esta investigación reveló que las fotografías jugaron un papel muy importante en la construcción de relatos sobre el terremoto de 1906 que afectó a la ciudad de Valparaíso. Hacer parte de este equipo interdisciplinario de trabajo me permitió comprender cómo, desde principios del siglo pasado, la fotografía ha influido en la construcción de una identidad sísmica en la sociedad chilena. De hecho, las imágenes de las ruinas, las víctimas o los incendios, quedaron impresas para siempre, como las huellas visibles de un acontecimiento que, como un monstruo devastador, se fue después de algunos segundos, pero regresaba a la memoria colectiva cada vez que mirábamos las fotos en la prensa, postales y álbumes”, dijo Arango.
El investigador, también explicó: “Además, en la medida en que se pudo trabajar desde la creación artística, junto al equipo de cine, fue posible generar un nuevo relato que resaltara y transmitiera las emociones de aquellas noches de invierno. Efectivamente, la investigación historiográfica suele generar productos como artículos y libros que permiten ofrecer interpretaciones científicas sobre los acontecimientos del pasado. Pero, el formato cinematográfico corto, como el que utiliza “Solectrics”, abre otro espacio narrativo y permite una exploración profunda e impactante de las sensaciones vividas durante momentos destructivos, fugaces, pero fuertemente cargados de emociones que resaltan nuestra propia vulnerabilidad ante las manifestaciones normales de la naturaleza”, relató.
Agregó: “En ese sentido, al ver este cortometraje, los estudiantes de la carrera de Pedagogía en Historia, Geografía y Ciencias Sociales, no sólo pudieron hacerse una idea de la fuerza destructiva de un terremoto del pasado, además pudieron comprender que los resultados de una investigación historiográfica pueden contarse y enseñarse de formas distintas. Cuando exploramos diferentes formatos podemos tocar fibras sensibles que despiertan las emociones de nuestros estudiantes y contribuyen a la generación de aprendizajes significativos sobre las sociedades, espacios y acontecimientos del pasado”.