La actividad estuvo organizada por SistemaB y se realizó en Copiapó.

Generar la oportunidad de reflexionar y conversar sobre el movimiento asociado a las Empresas B y la Nueva Economía, fue uno de los objetivos que persiguió el Encuentro de Comunidades B, actividad que se realizó en Copiapó que congregó a representantes del área de innovación social de distintas regiones, dentro de las cuales se encontró la Región del Maule, representada por el Centro Integral de Innovación Social de la Universidad Católica del Maule.

Sistema B, Corfo y la empresa Gedes, organizaron el encuentro que también buscó que los asistentes conocieran cómo crear un plan de acción para la construcción de cada Comunidad B regional, propiciando así la colaboración entre los distintos agentes de cambio, para promover el desarrollo sostenible y una comunidad responsable con las personas y el medio ambiente.

“En el Maule aún no existe una Comunidad B, aunque sí estamos trabajando por conformar un grupo motor que pueda plantear ciertos temas asociados al desarrollo sostenible. Como CIIS estamos muy de la mano de estos temas, que son parte de la innovación social, y que buscan transformar positivamente la realidad a través de colaboración y co-construcción de un proceso”, señaló Fernanda Maragaño, coordinadora de Vinculación del CIIS, quien participó del encuentro.

Consumo consciente

Al respecto, Alfredo Zepeda, director de Sistema B en Chile, señaló que más que buscar que las empresas cumplan con la certificación de Empresa B, se trabaje en que la ciudadanía que comience a preferir el triple impacto, que se fomente el consumo de productos que no dañan el medio ambiente y que, en definitiva, se haga un consumo consciente.

En el encuentro, el director de Sistema B en Chile, Alfredo Zepeda, explicó que a través de la conformación de Comunidades B, se persigue que en las regiones se instale la discusión sobre el triple impacto (social, medioambiental y económico), pero que también sea seguida de acciones en esta línea. Propiciar prácticas amigables con el medio ambiente y que consideren a la comunidad y a los consumidores, motivar el que las personas prefieran productos que no dañan el entorno, o que se genere mayor reutilización o reciclaje, son algunos de los objetivos que se buscan con la conformación de las Comunidades B.

“Creemos que es importante que se genere una comunidad de agentes de cambio, personas que sean capaces de impulsar iniciativas que mejoren la calidad de vida de las personas de una forma que también considere al medio ambiente. En el encuentro se planteó que estas comunidades vayan más allá de solo hablar de Empresas B; este debe ser uno de los temas, porque en definitiva la invitación es a trabajar en colaboración por una región más sustentable, en línea con lo que también nos plantean los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)”, añadió Maragaño.

Empresas B

Las Empresas B son un movimiento global que busca que las empresas asuman un rol de responsabilidad con las comunidades, el medio ambiente y con los consumidores. Su inicio se propagó en el mundo durante el 2008 y llegó a América Latina el 2012 de la mano de Sistema B, organización que está presente en 11 países y que tiene como misión redefinir el sentido del éxito en la economía, donde las Empresas B tienen un rol fundamental usando la fuerza del mercado para dar solución a problemas sociales y ambientales.

En nuestra región, la empresa UOP!, que se dedica a la producción de barras energéticas con superalimentos, se certificó como “Empresa B Pendiente”. Esto quiere decir que está en proceso de constitución y que se ha comprometido con generar un impacto social y medioambiental positivo. Por otro lado, desde Panimávida, busca generar empleo para los habitantes de una zona asociada al turismo, territorio que se ha visto afectado por la migración campo-ciudad.