Entrevista, el Dr. Carmelo Galioto, Dr. en Educación y académico del Departamento de Teología de la Facultad de Ciencias Religiosas y Filosóficas de la Universidad Católica del Maule.

La intersección entre educación religiosa y escolaridad ha sido objeto de un constante escrutinio en el ámbito académico, particularmente en contextos culturalmente diversos como el chileno. En esta entrevista, el Dr. Carmelo Galioto, Dr. en Educación y académico del Departamento de Teología de la Facultad de Ciencias Religiosas y Filosóficas de la Universidad Católica del Maule, ofrece una perspicaz reflexión sobre los cambios y desafíos que enfrenta la enseñanza de la religión católica en Chile.

El académico; dedicado a la investigación en el campo de la filosofía de la educación acerca de la escuela y su calidad, la educación integral de la persona y la cuestión de la relación entre religión y escuela pública; nos brinda una visión matizada de la actualidad de esta materia en el contexto educativo chileno, así como sugerencias para una práctica docente más inclusiva y en sintonía con la diversidad cultural y religiosa presente en las aulas.

Profesor, ¿cómo ha evolucionado la enseñanza de la religión en Chile en los últimos años? ¿Cuáles han sido los principales desafíos y logros en este ámbito?

Este es un relato aún por escribir. Sería interesante realizar una investigación que se plantee desde la perspectiva de los cambios y continuidades en la enseñanza de la religión en las aulas escolares chilenas y, además, descubrir cómo ha operado el decreto 924/83 que regula la clase de religión para todos los establecimientos educativos del país. Lo que es posible apreciar es que hay un intento de hacer de la clase de religión un lugar en que se puedan enfrentar temas éticos y valóricos, propios de nuestra época y del contexto específico en que nos encontramos, tratando de recoger las inquietudes de los estudiantes. También cabe señalar la renovación de algunos planes y programas de enseñanza: pienso en el de religión católica que ha sido rediseñado con un énfasis más curricular y menos catequético.

En un contexto social cada vez más diverso, ¿cómo se puede abordar la enseñanza de la religión de manera respetuosa e inclusiva, considerando las diferentes creencias y valores presentes en el aula?

Aquí se aborda un punto crítico de la actual presencia de la clase de religión en las escuelas de Chile. Necesitamos generar un gran debate público para repensar la clase de religión a nivel escolar en sintonía con el pluralismo de creencias y posturas éticas. La pregunta que pongo arriba de la mesa es: ¿cómo encaminarnos hacia una clase de religión que sea un bien educativo para todos los estudiantes, tal como lo es la clase de matemática o de lenguaje, sin que entonces sea necesario eximirse de ella? Hay elementos en estudios internacionales que podrían aportar en este sentido (un enfoque más existencial de esta clase, sin que se diluya este espacio curricular en meros conocimientos de historia de las religiones) y creo que se podría ir hacia un abordaje interreligioso. Sin embargo, esto requiere ser cuidadoso con las premisas epistemológicas respecto de qué es la religión para presentarla como bien educativo.

¿Qué papel juega la religión en la formación integral de los estudiantes? ¿De qué manera puede contribuir al desarrollo de valores y habilidades relevantes para la vida en sociedad?

Un papel muy relevante, sin duda. La potencialidad de la religión es que brota de y se refiere a todo el ser humano (desde su nivel corporal, mental, emocional, social y espiritual) y puede contribuir a mostrar como la humanidad ha elaborado su propia complejidad. Si luego pensamos en que los procesos migratorios y el mundo digital nos ponen en contacto con personas procedentes de tradiciones muy diversas, se vuelve necesario que la escuela nos proporcione elementos para orientarnos en esta diversidad que es también religiosa y de espiritualidades.

La pandemia ha generado cambios significativos en la forma de enseñar y aprender. ¿Cómo se ha adaptado la enseñanza de la religión a estos nuevos desafíos? ¿Qué oportunidades y dificultades se han presentado en este contexto?

La pandemia fue un remezón muy fuerte durante y después de este evento. Hubo una apuesta por una priorización curricular que involucró también la clase de religión. Pude conversar con profesionales de la Vicaría para la Educación de Santiago sobre este aspecto [agradezco a Nubia Cerda] y los profesores de religiones fueron más involucrados para abordar los aspectos emocionales que surgieron, así como los desafíos de convivencia. Esto ayudó a repensar la contribución de la clase de religión. Al mismo tiempo, implicó una cuestión problemática respecto de quién es el profesional que se ocupa la clase de religión: hubo retiros (por múltiples razones), personas de otras asignaturas que asumieron esta clase. Finalmente, hubo un tema con el uso de las tecnologías para la realización de la clase. Son todos elementos que invitan a repensar el sentido de este espacio curricular y de la figura profesional que se quiere formar para ello.

¿Qué recomendaciones daría a los profesores de religión para abordar su labor de manera efectiva en el contexto actual? ¿Qué herramientas y recursos considera esenciales para una enseñanza de la religión de calidad?

Trataría de salir de la aspiración a una enseñanza efectiva. Me parece que un o una docente que trae el aspecto religioso en una clase escolar está llamado a desarrollar un recorrido, un camino con sus estudiantes, donde quien enseña haga percibir su pasión y de qué manera ha sido tocado por lo que enseña; al mismo tiempo, se ponga a la escucha de las preguntas de sus estudiantes. De algún modo, la religión con sus elementos tan específicos tiene el potencial de remover el piso, sorprender, maravillar o incluso generar reacciones como: ¿y cómo puede ser algo así? Lo cual, sin embargo, puede ser un excelente punto de partida para abordar muchos aspectos de nuestras vidas, con las preguntas de sentido que llevamos a dentro.

“Las opiniones vertidas en la presente entrevista son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de la Universidad Católica del Maule”.

Crédito: Facultad de Ciencias Religiosas y Filosóficas UCM.