“Queremos una universidad que transforme el conocimiento en bienestar para el Maule”

Entrevista a Francisco Letelier Troncoso, director del proyecto FIUT – Raíces UCM.
FIUT–Raíces UCM es un proyecto estratégico que busca fortalecer las capacidades de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) de la Universidad Católica del Maule, con un foco especial en el impacto territorial.
Forma parte de una iniciativa nacional impulsada por el Ministerio de Ciencia y busca que las universidades regionales se consoliden como actores clave del desarrollo social, económico y ambiental en sus territorios.
En caso de la UCM, tal como lo describió su director el Dr. Francisco Letelier Troncoso, “significa vincular el conocimiento que generamos con los desafíos concretos del Maule, desde una mirada colaborativa y transformadora”.
¿Por qué es importante este proyecto para la UCM en este momento?
Porque representa un paso decisivo hacia una nueva etapa en el desarrollo institucional. En los últimos años, la UCM ha crecido sostenidamente en productividad científica, formación de postgrado e infraestructura para la investigación. Hoy el desafío es dar un nuevo salto: integrar esas capacidades en una estrategia más coherente, más articulada y más conectada con las necesidades de nuestra región. FIUT–Raíces UCM nos está permitiendo ordenar, visibilizar y proyectar lo que ya se ha hecho, al mismo tiempo que abrimos nuevas rutas para consolidar una I+D+i con impacto.
¿Quiénes integran el equipo del proyecto?
Hemos conformado un equipo diverso y comprometido, con experiencia técnica y mirada institucional bajo el alero de la Vicerrectoría de Investigación y Posgrado. Yo estoy a cargo de la dirección del proyecto, con Enyel Rodríguez como coordinadora. El equipo incluye también a especialistas en análisis de datos, finanzas, innovación, postgrado y género, junto con contrapartes institucionales clave. Ha sido un trabajo colectivo que ha contado además con la validación de un comité científico, conformado por investigadores e investigadoras UCM de larga trayectoria; un comité estratégico, que representa a unidades UCM vinculados al I+D+i y del comité directivo en el que participan las autoridades superiores de la universidad. El proceso ha sido muy enriquecedor porque ha movilizado capacidades internas que muchas veces no estaban plenamente articuladas.
¿Qué metodología han utilizado para levantar el diagnóstico institucional?
Estamos desarrollando una metodología mixta que combina revisión documental, análisis estadístico, entrevistas y talleres participativos. El objetivoes construir una imagen compartida de hacia dónde queremos ir como universidad en el ámbito de la I+D+i. Evaluamos siete dimensiones clave: gobernanza, infraestructura, postgrado, líneas de investigación, internacionalización, innovación y vinculación con el medio. En todas ellas detectamos avances importantes y también aspectos que deben fortalecerse para alcanzar un mayor impacto.
¿Cuáles han sido los principales hallazgos hasta ahora?
Lo más valioso es que la UCM cuenta con capacidades significativas, equipos comprometidos y un fuerte sentido público. Hay centros de investigación consolidados, programas de doctorado en crecimiento, una agenda creciente de internacionalización y experiencias concretas de transferencia e innovación. Al mismo tiempo, como es natural en universidades en desarrollo, encontramos algunos desafíos estructurales: fortalecer la articulación entre unidades, diversificar las fuentes de financiamiento, robustecer la gobernanza de la I+D+i y visibilizar mejor los aportes que ya se están generando en el territorio. No partimos de cero: estamos en camino, y el desafío ahora es consolidar un modelo más coherente y con mayor capacidad de impacto.
En ese proceso, ha sido importante el trabajo que viene desarrollando la Dirección de Innovación, Desarrollo y Transferencia Tecnológica (DIDTT), una unidad que ha comenzado a fortalecer los procesos de valorización y transferencia del conocimiento. Si bien aún estamos en una etapa de consolidación, ya se observan algunos frutos en la protección de resultados, en la gestión de proyectos con potencial de impacto territorial y en el vínculo con actores externos. En esta misma línea, el Centro Integral de Innovación Social (CIIS) ha jugado un rol importante en la construcción de vínculos con territorios y comunidades, especialmente a través de enfoques participativos y colaborativos que permiten que el conocimiento académico dialogue con saberes locales. Sus experiencias han sido clave para abrir rutas de innovación social y educativa, y representan una base valiosa sobre la cual seguir fortaleciendo la relación universidad-sociedad desde una perspectiva transformadora.
En el camino que estamos haciendo es clave profundizar el diálogo entre la universidad y los actores del territorio, especialmente el Gobierno Regional y los municipios. Existen instrumentos como la Estrategia Regional de Desarrollo y la Estrategia Regional de Innovación que nos entregan una hoja de ruta concreta, con desafíos socialmente consensuados a nivel regional. Nuestra I+D+i debe dialogar con esas prioridades, no solo para generar soluciones pertinentes, sino para contribuir activamente a una visión compartida de desarrollo en el Maule.
En esa dirección, la UCM tiene mucho que aportar no solo en áreas como salud, educación, cambio climático o innovación productiva, sino también en ámbitos fundamentales como la gobernanza territorial y la participación comunitaria, que son claves para construir soluciones con legitimidad, sostenibilidad e inclusión. Como universidad pública, nuestro rol no es solo técnico, sino también político en el mejor sentido: generar conocimiento que fortalezca la democracia local, el protagonismo ciudadano y la capacidad de los territorios para incidir en su propio desarrollo.
¿Qué pasos vienen ahora en el marco del proyecto?
Estamos cerrando el diagnóstico con participación activa de distintos actores, y el siguiente paso es co-construir una hoja de ruta institucional. Esto incluye, por ejemplo, el diseño de un sistema de incentivos que reconozca no solo la productividad académica tradicional, sino también la transferencia, la vinculación y la innovación con impacto social. También queremos fortalecer el rol de los centros de investigación como articuladores territoriales, implementar portafolios públicos de soluciones transferibles, y avanzar hacia una gobernanza institucional que mire de manera integrada la ciencia, el postgrado y la innovación. Lo que buscamos es proyectar capacidades que ya existen, pero que necesitan un marco estratégico común.
¿Qué mensaje final te gustaría compartir con la comunidad universitaria y regional?
El conocimiento que genera la universidad tiene un enorme valor para la región. Lo que estamos haciendo con el proyecto FIUT no es partir de cero, sino reconocer lo avanzado y construir una base más sólida para los próximos años. Queremos que la UCM se consolide como una universidad que investiga con excelencia, pero también con sentido público y compromiso territorial.
Ese impacto no se logra desde una torre de marfil. Se construye dialogando con los territorios, escuchando a las comunidades, articulando con los municipios y el Gobierno Regional, y alineando nuestras capacidades con instrumentos clave como la Estrategia Regional de Desarrollo o la Estrategia Regional de Innovación. El Maule ya ha identificado sus grandes desafíos: el rol de la universidad es aportar con conocimiento riguroso, soluciones transferibles y colaboración sostenida para enfrentarlos. Y eso incluye también acompañar procesos de gobernanza territorial, de fortalecimiento de capacidades locales, y de participación comunitaria como base de una ciencia con sentido.
Créditos: VRIP