“Filosofía para entender la crisis” junto al académico Rodrigo Núñez, jueves 6 de mayo a las 17:00 horas.

La palabra crisis será la protagonista del próximo conversatorio con estudiantes de certificaciones de la UCM, porque fungirá como hilo conductor para reflexionar acerca del papel de las crisis en la historia y el tiempo. El tema “Filosofía para entender la crisis” será desarrollado por el doctor en filosofía Rodrigo Núñez, este jueves 6 de mayo a las 17:00 horas por la plataforma Teams.

“Crisis pareciera ser el término más usado para describir nuestro tiempo. Hablamos de crisis sanitaria, crisis económica, crisis política, crisis de las instituciones, crisis ecológica, entre muchas otras. Pero ¿De dónde viene la palabra crisis?”, se pregunta Núñez. A través del ejercicio de responder a esta y otras preguntas el académico del Instituto de Filosofía Juvenal Dho y director de Formación Identitaria de la Universidad Católica Silva Henríquez analizará cómo cada época genera una semántica de la crisis con el fin de comprender de qué manera se puede también proyectar el futuro.

En cuanto a si hoy estamos presenciando una crisis como sociedad, Rodrigo Núñez responde: “Los efectos de la crisis a nivel sanitario y sus múltiples efectos los tenemos a la vista a diario, ya sea por situaciones cercanas a nosotros o por lo que vemos en las noticias a nivel mundial”. Pero precisa que lo interesante en este caso es reflexionar acerca de la concepción del tiempo considerando las crisis como elemento vinculante entre pasado, presente y futuro.

El investigador invita a observar cómo el tiempo histórico se enlaza además con el tiempo de la naturaleza, pero no siempre de forma paralela, tomando como ejemplo lo que está ocurriendo con el COVID-19: “Lo que ocurre, como también se da en caso del cambio climático, es que un diminuto elemento natural (virus) está alterando todos los niveles del tiempo histórico”, precisa.

Para Rodrigo Núñez, también investigador del Centro Teológico Manuel Larraín, UAH-PUC, la falta de certeza y la variedad de efectos gatillados por la pandemia permiten concebir el futuro como un tiempo abierto. En ese sentido, precisa que la dificultad de conocer cómo termina esta crisis impacta las expectativas de las personas: “Pareciera que la imposibilidad de visualizar un final predeterminado afecta de sobremanera el contenido de nuestras expectativas, es decir, afecta el futuro”, resume.

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