En seminario organizado por la UCM, expertos aseguraron que para conseguir resultados positivos es necesario involucrar a los jóvenes desde sus vivencias.    

El 2019 será recordado por el año en el que la salud mental universitaria se alzó como temática primordial a lo largo del país, siendo Chile uno de los países de la OCDE con mayores tasas de suicidio.

“Es un secreto a voces que la salud mental en Chile está mucho más deteriorada de lo que a uno le gustaría, a pesar que existen muchos sensatos esfuerzos en tratar de mejorarla, creo que se debe sostener un sistema que propicie el bienestar y la salud mental. Por ese lado estamos fallando y por lo mismo, como chilenos, nuestra salud mental no está en el nivel en el que debería estar”, comentó Susana Campos, psicóloga, investigadora joven del Núcleo Milenio Imhay y docente de la Universidad de Talca (UTALCA).

Campos, junto al Dr. Pablo Méndez, psicólogo e investigador de la Universidad Católica del Maule (UCM), fueron los invitados a exponer sobre la temática, en el seminario “Estrategias de autocuidado desde el rol del tutor par y reflexiones acerca del contexto actual de la salud mental en Chile”, organizado por el Centro de Apoyo al Aprendizaje (CAP) de la UCM, y que tuvo entre sus participantes a estudiantes de universidades del Maule, O´Higgins, Ñuble y Biobío.

Para Valentina Miño, doctorante en psicología de la UTALCA y quien acompañó a Susana Campos en su exposición, en esta problemática es necesario involucrar a los jóvenes para conseguir resultados positivos. “Nos falta mucho en políticas de prevención y promoción acerca de la salud mental e involucrar a los estudiantes, si bien hay instancias de las universidades que cada vez más están creando centros, con responsables de ciertos grupos, si no involucramos a los alumnos probablemente nunca vamos a lograr un cambio. Involucrarse en cómo vivencian los alumnos nos da la oportunidad de ver cómo realmente está la salud mental”, sostuvo.

En tanto, Pablo Méndez, académico UCM y especialista en Trastornos afectivos y conductas suicidas, aseguró que “la salud mental no es un proceso individual, sino que de todo el entorno en el que está inserto la persona, por lo tanto, -agregó- las universidades tenemos que asumir un rol protagónico en términos de cuáles son las instancias que uno puede entregarles a los estudiantes de protección y de acompañamiento”, dijo.

En ese sentido, aclaró que programas como el Centro de Tutoría del CAP UCM, con el trabajo que establece con los Tutores Pares, están en la línea de “apoyar y evitar riesgos del ámbito de la salud mental de los estudiantes, sobre todo aquellos que están recién iniciándose en este proceso, que están sometidos a mucha presión y que a veces el estrés los puede desbordar, por lo tanto, este acompañamiento permite administrar mejor esas presiones y evitar que puedan aparecer trastornos asociados a este tema”, concluyó.