Profundo compromiso académico y vocación pedagógica destaca al Alumni destacado UCM
Ricardo Ramírez Basualdo, egresado del magíster en Ciencias Religiosas y Filosóficas (mención Teología) por la Universidad Católica del Maule, ha destacado en el ámbito filosófico y teológico gracias a su profundo compromiso académico y vocación pedagógica. Este joven profesor, oriundo de San Felipe (región de Valparaíso), es también licenciado en Filosofía y en Educación por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, institución en la que además imparte las asignaturas de antropología y ética cristiana.
Ricardo Ramírez comentó que actualmente se desempeña como jefe del Departamento de Filosofía y Religión del Colegio Sagrada Familia de Reñaca. Con una sólida trayectoria profesional, en esta #EntrevistaUCM nuestro egresado reflexionó sobre sus intereses académicos y el impacto que ha tenido la filosofía y la teología en su crecimiento personal y profesional.
— Ricardo, ¿Qué te motivó a estudiar el Magíster en Ciencias Religiosas y Filosóficas en la UCM? ¿Cuál fue tu enfoque de estudio dentro de la mención que elegiste?
Me motivó la relación entre la filosofía y la teología. Mi vocación por la filosofía surge cuando en cuarto medio leí Fides et Ratio. Durante el pregrado intenté establecer una línea de trabajo en torno a la filosofía cristiana y este magíster me permitió, de manera muy precisa, profundizar en aquella línea de interés. El enfoque del magíster siguió siendo la filosofía cristiana, sobre todo la relación entre la fe y la razón que es algo que motiva toda mi vocación pedagógica y de investigación. Escogí la mención de teología para poder abrir el conocimiento desde la filosofía.
Mi tesis fue del análisis del concepto de unidad ENÓSIS de ambas naturalezas: humana y divina de Cristo a partir del pensamiento de Cirilo de Alejandría.
— ¿Cómo crees que tu formación en filosofía y teología ha influido en tu vida personal y profesional?
Mi formación me ha permitido entender la fe no como un cuento mágico, sin sentido. Por ejemplo, siendo muy cercano a la Iglesia y activo en ella, me permitió comprender la crisis de abusos que se vivió en ella y mantener a Cristo en el centro, es decir, poner cada elemento de la fe en su lugar, sin caer en ningún tipo de fanatismo, de fe ciega sin razón. Además, entender la fe me ha permitido iluminar la razón, para darle sentido a momentos de la vida, iluminarlos por la fe, entender y comprender la esperanza cristiana para poder sobrellevarla.
Profesionalmente me ha permitido sentir que realizo un servicio a la Iglesia, al tener la oportunidad de enseñar, tanto en el sistema escolar y universitario, a entender y comprender la fe, desmitologizar muchos aspectos, comprender ciertas situaciones y aclarar aspectos que permitan a las nuevas generaciones de católicos poner su fe en Cristo, intentando que entiendan y crean que el centro de la fe cristiana es Cristo, para no cometer los errores de abuso del pasado. En definitiva, a partir de mi tesis de magíster, he podido entender y enseñar que la fe es creíble, es decir, que ha de tener signos ciertos que permiten que sea comprensible.
— ¿Podrías compartir alguna investigación o trabajo que hayas realizado durante el magíster que te haya parecido especialmente significativo?
El año 2017, mientras cursaba el segundo año del magíster, tuve la oportunidad de participar en el VI Congreso Internacional de la Società Internazionale Tommaso d’Aquino con la ponencia “Liberum arbitrium y su relación con la voluntad en el pensamiento de Santo Tomás de Aquino”. Esta actividad se desarrolló en la ciudad de Bolonia, Italia, donde tuve el regalo y la gracia de participar de las fiestas de Pascua de Resurrección en la Basílica de San Pedro, junto al Papa Francisco.
Además, una vez terminado el magíster, publiqué en Anales de Teología de la Universidad Católica de Concepción un resumen de mi tesis de grado, titulada: “¿Dos naturalezas en la persona de Cristo?” Análisis del concepto de unidad (ενωσις) en la obra “¿Por qué Cristo es uno?” de Cirilo de Alejandría. (VER AQUÍ)
Quizás es bueno considerar también que fui el primer estudiante del Magíster en Ciencias Religiosas y Filosóficas UCM en adjudicarse la Beca Nacional de Magíster CONICYT (2016), esto gracias a la acreditación que posee el programa.
— ¿Cuáles son las principales áreas de investigación en las que te has enfocado, y por qué?
La relación entre fe y razón y la filosofía cristiana, porque el estudio filosófico se da desde el asombro y desde la vida misma y mi vida entera ha estado marcada por la fe. Por lo tanto, algo que me mueve cada día al aprender y enseñar es entender la fe, convencido de que la fe y la razón nos permiten conocer la auténtica verdad, reconociendo, eso sí, las características de una y la otra.
— ¿Cómo has aplicado los conocimientos y habilidades adquiridos en el magíster en tu carrera profesional actual?
Los conocimientos me permitieron abrirme al área de la teología y de la religión. Actualmente me desempeño como jefe de un departamento en un colegio católico del movimiento se Schoenstatt, en el que se imparte la asignatura de formación teológica. Actualmente enfrento el desafío de la elaboración de programas de estudio de dicha asignatura junto a colegas de otros colegios de la Fundación Pentecostés a la cual pertenece el colegio.
Me permite conocer tanto de filosofía como de teología, para orientar qué es lo necesario que los alumnos deben comprender para que el día de mañana sean capaces de dar razón de su fe, se hagan las interrogantes que son necesarias, naturales y sanas en la edad escolar.
Además, el magíster contribuyó a que se me abriesen las puertas en la PUCV y ser parte de Instituto de Ciencias Religiosas.
— ¿Cómo crees que la filosofía y la teología pueden contribuir a la sociedad actual y a los desafíos que enfrentamos como humanidad?
Creo que el primer gran desafío es el diálogo, cada vez somos menos capaces de dialogar, en ello la filosofía y la teología tienen mucho que aportar y qué decir. Hoy más que nunca, frente al avance de la tecnología, lo que no podemos hacer es dejar de pensar, pero no solo pensar, sino que generar un pensamiento crítico, es decir, que seamos capaces de encontrar la verdad en el exceso de información que nos encontramos viviendo en lo cotidiano. El ser capaces de generar un juicio, que tenga argumentos y que permitan, con respeto y tolerancia generar un diálogo para formar una mejor sociedad.
— ¿Qué consejos le darías a alguien que esté considerando estudiar el Magíster en Ciencias Religiosas y Filosóficas?
Que aprovechan la oportunidad, el buen equipo de profesores, la cercanía y la humanidad que allí se encuentra, permite hacer más ameno el estudio, que cuando se trabaja y se estudia, no siempre se hace fácil. En mi caso particular, viajé desde San Felipe hacia Talca todas las semanas por dos años para estudiar, pero valió la pena cada clase y momento que allí se vivió, tanto para mi desarrollo profesional, como personal.