Profesores de la Escuela Normal Rural Experimental se reunieron en la UCM tras 60 años de su egreso
El grupo de profesores fueron recibidos por el rector UCM, Dr. Claudio Rojas, para luego recorrer las instalaciones de la hoy Universidad Católica del Maule en Talca.
Visiblemente emocionados y con justa razón, un grupo de siete profesores egresados de la Escuela Normal Rural Experimental (ENR) –establecimiento que en la década del 60 fundó los cimientos de lo que años más tarde sería la sede regional de la Pontificia Universidad Católica de Chile y posteriormente, desde 1991 la Universidad Católica del Maule- se reunieron en el Campus San Miguel en Talca para recorrer las instalaciones, recodando sabrosas vivencias de hace más de 50 años atrás.
El grupo está compuesto por los profesores Eduardo Valdés Muñoz, Francisco Frías Alarcón, Omar Toledo Aguayo, César Adazme Montecinos, Guillermo Elgueda Ibáñez, Luis Mendez y Omar Toledo.
El profesor Omar Toledo Aguayo, ingresó a la ENR en el año 1963, vive en Ecuador hace 47 años y viajó para recorrer el campus junto a sus ex compañeros. “Esto está lleno de recuerdos, fue nuestra casa durante más de cinco años. Esto fue providencial ya que hace años no vivo en Chile, por lo que estamos felices de participar hoy con Juanita mi señora. Es emocionante, aquí hay muchas cosas que nos traen recuerdos, la sala que lleva el profesor nuestro don Roberto Villena. En este sector –frente a la capilla del campus San Miguel- había una pileta y en un aniversario le hicimos una broma a un profesor y le dejamos su citroneta en el agua”, comentó entre risas, agregando que podría estar varios días recordando anécdotas.
Con ese mismo ánimo, Cesar Adasme, quien en su carrera se ha desempeñado en diferentes escuelas rurales y urbanas maulinas, primero como docente y luego como director, expresó que “Antiguamente se nos entregó una mística que nos dio la fuerza para ejercer como profesores (…) cuando estudiamos acá era una educación muy personalizada e imagino que la mística sigue. Es extraordinario reunirnos luego de todos estos años que no nos veíamos, cambiamos mucho físicamente pero el corazón está intacto. Empezamos el domingo pasado y han sido unos días de mucho cariños y amor, somos como hermanos”, dijo.
Salir haciendo surcos
Otro punto de acuerdo para este grupo fue la influencia que generaron los líderes católicos de la época, como son el fundador de la ENR padre Enrique Salman, el obispo de Talca Monseñor Manuel Larraín, el padre Alejandro Espinoza, entre muchos otros, quienes les inculcaron el valor de ejercer profesionalmente haciendo surcos en la sociedad para sembrar la semilla al servicio de la comunidad.
Así lo relató Francisco Frías, ex estudiante de la ENR y actualmente rector del Colegio Esmeralda de Talca. “Llegué el 61 a la ENR, luego fui inspector en esta escuela y pronto pasé a ser asistente del capellán. Luego se hizo necesario formar una biblioteca, entonces con otras personas comenzamos a rescatar libros de diferentes partes y dimos vida a lo que fue la primera biblioteca, hoy es tremenda de grande”, expuso.
Al egresar, Francisco, fue parte de la UCM por 23 años. “Los recuerdos que hay aquí son tremendamente grandes, me casé aquí, mi hija fue bautizada en esta capilla, una serie de actividades de la vida en los que uno está muy ligado a la UCM (…) Acá nos formaron para buscar el contenido de la vida, buscar dónde está la raíz de esa forma que se encuentra en la Universidad, es un orgullo para mí que muchos de los y las estudiantes que egresan del colegio Esmeralda continúan su formación en la UCM”, indicó.
“El padre Enrique Salman fue el fundador de la ENR, él tenía una idea muy clara sobre que los jóvenes que llegábamos acá fuéramos formados cristianamente, y luego ingresáramos a nuestro espacio con el corazón para salir haciendo surcos, lo que significaba que donde fuéramos tenemos que formar esa semilla para que prosperaran. Alcancé a conocer también a Monseñor Manuel Larraín, con quien conversé sobre esto mismo, dar un sentido de vida a la gente y los estudiantes, un sentido cristiano que tenga tantos valores como los que podamos dar desde nuestro sentir y formación. Él era un puntal de esa idea. Tuvo mucha injerencia en mi persona el padre Alejandro Jimenez, al que con cariño llamábamos cura Jano, fui muy amigo de él. Desde el punto de vista pedagógico es crear y seguir insistiendo en formar surcos, es decir, preparar toda una base cristiana con valores bien definidos y vamos sembrando semillas”, explicó el profesor.