Primer Encuentro del año de los Egresados de Pedagogía en Lengua Castellana y Comunicación de la UCM
La instancia contó con el taller de reconocimiento de herramientas socioemocionales para el trabajo con niños y jóvenes en el contexto escolar.
Los docentes constituyen una referencia para sus estudiantes. Por lo tanto, según investigaciones, aquellos que son competentes socioemocionalmente logran un mejor desarrollo educativo de sus estudiantes.
Por tal motivo, en el marco del primer encuentro de egresados del año 2021 de Pedagogía en Lengua Castellana y Comunicación de la Universidad Católica del Maule, se realizó el Taller “”Reconocimiento de herramientas socioemocionales para el trabajo con niños y jóvenes en el contexto escolar”, a cargo de Sonia Stevens Bruzzese, trabajadora social con magíster en Promoción de salud familiar y comunitaria con amplia experiencia en participación social, liderazgo y espacios para la salud.
El encuentro contó con la participación de egresados de todas las generaciones de dicha carrera de la Facultad de Ciencias de la Educación del plantel, junto con la compañía de los profesores de la Escuela, Directora y Asistente, quienes compartieron experiencias y opiniones en torno al taller, destacando los desafíos que se presentan en el aula y la necesidad de prácticas positivas que puedan implementar para desarrollar las habilidades socioemocionales de sus estudiantes.
En sus palabras de bienvenida, la directora de la Escuela de Pedagogía en Lengua Castellana y Comunicación, Dra. Francisca Barrera, destacó la importancia del encuentro, de carácter participativo, en el cual se abordó esta temática de interés para los egresados.
“Entender y manejar las emociones, establecer y alcanzar metas positivas, y mostrar empatía por los demás permite la toma de decisiones asertivas y responsables”, afirmó la relatora.
Para Stevens, lo primero que debe hacer un docente que quiera trabajar las habilidades socioemocionales con sus alumnos, es identificar, entender y regular sus propias emociones, saber de manera consciente cómo se siente, cómo muestra empatía y cómo establece sus relaciones.
Pero ¿cómo se vivencia un estado emocional de manera saludable? Al respecto, la relatora mencionó que primero debe darse la autoconciencia, que es conocer las propias emociones; luego, acogerse en el sentir, es decir no negar las emociones, observarse sin juzgar, que es lo mismo que se debe hacer con las otras personas, y expresar el sentir.
“Si no vivenciamos las emociones de manera saludable, ya sea por represión o evasión, puede darse la somatización, así como el victimizarse, dándole poder a la emoción, lo cual nos impide tener control de uno mismo”, dijo.
La especialista destacó el rol que cumple el docente en el desarrollo de las habilidades socio-emocionales de sus estudiantes al inspirar y motivar, así como crear un ambiente donde los alumnos desarrollen sus habilidades, conocer las necesidades de sus alumnos y el momento del proceso en que se encuentran, guiar a los estudiantes a descubrir valores universales, lograr un clima de confianza, ser portador y receptor de información, gustos, deseos y vivencias. También, planear, programar y evaluar actividades, conocer y disponer de los instrumentos de trabajo y autoevaluarse para poder evaluar el trabajo con sus alumnos.
El árbol de la vida, una metodología vigente
En el mencionado taller, Sonia Stevens mostró como ejemplo “El Árbol de la Vida”, un enfoque narrativo colectivo desarrollado por Ncazelo Ncube, en Sudáfrica y David Denborought, Australia para trabajar con niños vulnerables, acercarse a ellos, mostrándole caminos para que puedan compartir sus habilidades, destrezas, esperanzas y sueños.
Al respecto, Stevens enfatizó que cuando se trabaja con este tipo de herramientas que moviliza emociones tiene que haber un espacio de confianza, trabajar con metáforas, construir una narrativa, manejar las emociones que emergen, generar un espacio sano de construcción y diálogo respetuoso, respetar la singularidad, lograr identificar y fortalecer las capacidades y habilidades presentes, así como sembrar y tener un nuevo acuerdo con los límites claros.
“¿Por qué traje a este taller este enfoque del árbol de la vida?, porque creo que hay elementos que las profesoras/es pueden tomar en cuenta al momento de crear nuevas estrategias para el desarrollo de las habilidades socio-emocionales en sus estudiantes”, finalizó.
Una grata instancia de reencuentro que se renovará el próximo semestre en donde se creará un centro de egresados de la carrera.