Cómo prevenir y qué hacer frente a las enfermedades respiratorias - Universidad Católica del Maule
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Cómo prevenir y qué hacer frente a las enfermedades respiratorias

Cómo prevenir y qué hacer frente a las enfermedades respiratorias
7 Jun 2018

Enfermera UCM, entregó recomendaciones para bebés y adultos mayores

Marlene Macaya, directora del Departamento de Enfermería de la Universidad Católica del Maule, entregó lineamientos de prevención y cuidados.

A medida que aumenta el frío, comienzan también las enfermedades respiratorias causadas por virus como la Influenza, Adenovirus, Virus respiratorio Sincicial, por mencionar algunos de los más frecuentes. Estos se propagan con gran facilidad en lugares donde conviven varias personas sin una ventilación adecuada.

Y aunque la presencia de este virus no pasa más allá de un mal rato para la mayoría de las personas, la directora del Departamento de Enfermería de la Universidad Católica del Maule, hace un llamado a poner un especial cuidado a niños y adultos mayores.

“En las edades extremas hay más probabilidades de contraer complicaciones asociadas, ya que mientras la población adulta tiene su sistema inmunitario bien desarrollado y un esquema de vacunación que los protege, en las edades extremas, esto no siempre es así”, comenzó relatando la especialista.

En el caso de los adultos mayores, la Directora del Departamento de Enfermería, comentó que su sistema inmunitario se va deteriorando. “Se va debilitando la musculatura respiratoria, decayendo la capacidad de expansión, haciendo más pobre su intercambio ventilatorio”, resumió después; y en el caso de los niños, su sistema inmunitario aún se está desarrollando y además ellos están recién iniciando su esquema de vacunación por lo cual no se encuentran con la protección completa”, dijo.

“La mayoría de estos virus –continuó-, se transmiten a través de las secreciones respiratorias, en mecanismos como la tos y el estornudo; pudiendo permanecer en superficies (como las manos) hasta por 6 horas. Es por ello que hace énfasis en la importancia del lavado de manos y al momento de estornudar taparse con el brazo, porque son las manos la vía de contagio principal”, explicó.

La enfermera Marlene Macaya luego aclaró que las enfermedades causadas por virus, en general, tienen un periodo acotado de duración (entre una a dos semanas), sin embargo, señaló, que éstas se complican cuando se sobreinfectan con una bacteria. “Es ahí cuando se necesita el uso de un antibiótico, de lo contrario, solo se recomiendan algunas medidas generales”, sostuvo la profesional de la salud, recalcando que no es bueno automedicarse y que en caso de un resfrío común debe priorizarse la hidratación y el reposo.

Síntomas a estar alertas

Dentro de los síntomas de un resfrío común se señalan a la tos, coriza, estornudos, congestión nasal, pudiendo la fiebre estar o no presente. Sin embargo, la enfermera hizo un llamado a estar atentos a la aparición de posibles complicaciones que pueden tener las enfermedades respiratorias, e hizo un listado de aquellos síntomas a los que debemos estar atentos y en caso de presentarse, acudir a un centro asistencial.

“En los niños más pequeños hay algunas señales de alerta como la fiebre alta, retracción costal (hundimiento de las costillas al respirar), el aleteo nasal (como medida compensatoria para permitir la entrada de mayor cantidad de aíre) y otras situaciones como la inapetencia, cianosis (coloración azulosa de la piel, especialmente alrededor de los labios) y el decaimiento. Este último punto es característico, ya que los niños por naturaleza son muy inquietos, entonces cuando sus padres o cuidadores notan una falta de energía en ellos, debe ser una señal de alarma para consultar con un especialista”, aclaró.

Relevante señalar también que los niños se deshidratan muy rápidamente y se pueden producir complicaciones asociadas. Esto cobra vital importancia cuando dejan de alimentarse. Por tanto, ante muestras de inapetencia, se debe intencionar la hidratación en ellos. “Si son pequeños y están con lactancia materna, se recomienda aumentar la frecuencia de las mamadas y si ya consumen otro tipo de alimentación, preferir aquellas comidas con mayor contenido líquido como sopas o leche, de manera fraccionada y a tolerancia”.

Cuando el cuadro se presenta sin complicaciones, la recomendación es a mantenerse alertas, en el propio domicilio, brindando cuidados generales como: aseo nasal con suero fisiológico o agua cocida tibia, alimentación fraccionada, posición semisentada (para favorecer una buena ventilación) y puede hacer uso de algún medicamento para la fiebre o antiinflamatorio si ya ha sido indicado por su médico. Sin embargo, cuando existe presencia de los síntomas de gravedad antes mencionados, debe consular de inmediato en un centro de salud. Hacerlo antes, podría ser contraproducente considerando la congestión de personas en esos lugares, añadió.

Para terminar, la enfermera Marlene Macaya entregó algunas recomendaciones generales. “Entre las medidas recomendadas para prevenir este tipo de enfermedades, está el evitar cambios bruscos de temperatura, evitar el sobreabrigo, porque produce sudoración excesiva y la ropa húmeda genera un cuadro que empeora la situación, no se recomienda que se coloquen sobre las estufas recipientes con líquidos, ni secar ropa al interior de las casas, porque genera mayor humedad dentro del ambiente. También es necesario ventilar los hogares por lo menos en la mañana y en la tarde y evitar la concurrencia innecesaria a lugares con gran acúmulo de personas” finalizó la académica UCM.

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