Prevención de enfermedades respiratorias: ¿todos podemos ser expertos? - Universidad Católica del Maule
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Prevención de enfermedades respiratorias: ¿todos podemos ser expertos?

Prevención de enfermedades respiratorias: ¿todos podemos ser expertos?
5 Jul 2019

Ventilar las viviendas diariamente, evitar el consumo de antibióticos sin recetas y abusar del uso de aerosoles, forman parte de las recomendaciones que entregó la académica de la Escuela de Enfermería de la Universidad Católica del Maule sede Curicó, Yanni González, para enfrentar estos meses de invierno, en los que aumenta el contagio de enfermedades respiratorias.

Durante el invierno el contagio de enfermedades respiratorias aumenta, debido a factores como la escaza ventilación de los hogares, las bajas temperaturas y la negativa de algunas personas a vacunarse contra virus como la influenza, que ataca principalmente el sistema respiratorio.

La especialista y académica de la Escuela de Enfermería de la Universidad Católica del Maule sede Curicó, Yanni González Palacios, comentó que lo primero que debemos saber es que las enfermedades respiratorias, afectan desde las vías altas como la faringe, a las zonas más internas del sistema respiratorio, como los pulmones y bronquios.  Y alerta que nos encontramos en unos de los meses peak de estas enfermedades, por lo que el llamado es a adoptar medidas de prevención adecuadas.

Lo preocupante es que, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el 2017 ya proyectaba que anualmente morirían hasta 650 mil personas a raíz de este tipo de enfermedades, causadas por virus como la influenza y otros agentes como el virus sincicial y las infecciones de origen bacteriano.

Ventilación y aerosoles

Un punto importante y que muchas veces se pasa por alto, es la ventilación diaria de las viviendas. “La casa debe ventilarse a diario, permitir una buena circulación de aire favorece la disminución de contaminantes intradomiciliarios, como el polvo, los gases emanados por estufas a leña, gas, carbón o parafina, y la humedad generada al cocinar o secar ropa. Estos factores afectan nuestras vías respiratorias, provocando irritación e inflamación, favoreciendo así, la aparición de enfermedades”, indicó.

Respecto del uso de aerosoles, detalló que estos no reemplazan la ventilación, “Si bien se ha demostrado su utilidad en combatir la presencia de algunos patógenos en las viviendas, estos no deben utilizarse cuando hay personas en las habitaciones y siempre debe preferirse la ventilación diaria de las habitaciones”, puntualizó.

Y agregó que “A nivel ambiente, vemos a diario presencia de gran contaminación en el ambiente, por lo que el llamado es a en lo posible disminuir la calefacción a leña y carbón, así como también, evitar la quema de desechos que generen la emanación de gases tóxicos y estar pendiente de las alertas ambientales que informan las autoridades, para no exponernos ante mayor riesgo”, dijo.

Vacunación

Otro aspecto importante a la hora de prevenir enfermedades respiratorias, es la vacunación contra virus de la influenza, sobre todo en los grupos de riesgo, que son niños y adultos mayores. “Está demostrado que la mortalidad aumenta en las personas expuestas a virus como el de la influenza cuando no están vacunados. Sobre todo, recordar hacerlo antes de iniciado el peak de enfermedades respiratorias, puesto que nuestro sistema inmune se tarda desde dos a tres semanas en producir una respuesta inmune efectiva ante el virus, y la generación de anticuerpos con la capacidad de protegernos”, explicó.

Yanni González, también hizo un llamado a evitar el tabaquismo, ya que esto aumenta la aparición de este tipo de enfermedades respiratorias y sus complicaciones.  “El llamado es a evitarlo, y a las personas fumadoras, hacerlo en lugares abiertos, nunca al interior de las casas y en presencia de niños, adultos mayores o personas enfermas”, acotó.

Reforzar medidas como:

•    El lavado de manos frecuente y de manera eficiente antes de comer: luego de limpiar la nariz, toser o estornudar en nuestras manos (para estos últimos preferir hacerlo en el pliegue de nuestro codo), luego de tener contacto con una persona enferma, antes de cocinar o manipular alimentos, luego de ir al baño, los niños después de jugar o tocar a sus mascotas. Esto permite no sólo la prevención de enfermedades respiratorias, sino de muchas más.

•    Evitar contacto con personas enfermas o con sospecha de enfermedad respiratoria infecciosa: así como a las personas diagnosticada de ellas evitar la propagación de los agentes patógenos a otras personas.

•    Evitar aglomeraciones o asistir a lugares donde la probabilidad de contacto con personas enfermas es alta: esto es sumamente necesario en el caso de las personas de edades extremas como niños pequeños y lactantes, adultos mayores, embarazadas y personas con enfermedades que afecten el sistema inmunitario. En el caso de las personas con enfermedades crónicas, la recomendación es mantener adherencia a su tratamiento y controles al día.

•    Evitar la automedicación y el uso indiscriminado de antibióticos sin indicación médica: Se ha comprobado que la mayoría de las infecciones respiratorias son de origen viral, para lo cual no está indicado el tratamiento antibiótico. Los efectos de este abuso de los antibióticos los vivimos hoy, donde la resistencia de las bacterias a los antibióticos es cada vez mayor y nos vamos quedando sin alternativas de tratamiento cuando de verdad se necesitan.

•    Estar alerta a los signos y síntomas de alerta de enfermedades respiratorias sobre todo en niños y adultos mayores fiebre alta: es decir, 38,5°C, labios azulados, se hunden las costillas, evidente dificultad respiratoria, tos frecuente, deterioro de conciencia e inapetencia.

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