PRESENCIA DE LA ALFARERÍA DE QUINCHAMALÍ EN HUILQUILEMU - Universidad Católica del Maule
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PRESENCIA DE LA ALFARERÍA DE QUINCHAMALÍ EN HUILQUILEMU

PRESENCIA DE LA ALFARERÍA DE QUINCHAMALÍ EN HUILQUILEMU
11 Abr 2023

El Museo de la Villa Cultural Huilquilemu conserva para el conocimiento y deleite de los maulinos piezas del patrimonio de la Región de Ñuble.
(Publicado originalmente en Diario Talca)

El Museo de la Villa Cultural Huilquilemu nace en 1975, por iniciativa de Hernán Correa de la Cerda, director de la entonces sede Talca de la Pontificia Universidad Católica de Chile, de la que es hoy heredera, la Universidad Católica del Maule, desde 1991. Se trata de una magnífica casa de campo del siglo XIX. Es monumento nacional en categoría de histórico desde 1986. La edificación es de adobe tendido y tejas, con vigas y columnas de roble. Con gran espacialidad y se organiza en torno a patios, circundada por amplios corredores. Rodeada de jardines y un bello parque de especies exóticas. La casa patronal, de 3.500 mt2 está ubicada a 7 km de Talca, por el camino a San Clemente. El terreno es de casi 5 hectáreas, y cuenta con recinto ferial para eventos. Con todo, hoy permanece a la espera de la ejecución de las obras de restauración post terremoto.

Desde que la posee la Universidad, se la destinó a que fuese una “Villa Cultural”, lugar del cultivo de las tradiciones típicas del Chile Central, así como espacio de patrimonio y encuentro con piezas museísticas, manifestaciones y muestras genuinas de la memoria, artesanías, expresiones folclóricas, artísticas, literarias, históricas, culturales y religiosas.

Destaca desde la creación de la Villa, la destinación de espacios, habilitados para custodiar las piezas y objetos de valor histórico social, estético y religioso. La colección se formó entre la segunda mitad de la década del 70 y la década de los 80. Tiene el mérito que se hace con participación de la comunidad del Maule. Está conformada por 2.000 piezas, entre ellas se cuentan textiles litúrgicos, pinturas, artes decorativas, objetos litúrgicos, imaginería religiosa, mobiliario doméstico y religioso, artesanía latinoamericana y chilena. Dentro de la artesanía chilena, existe una importante cantidad de piezas de alfarería procedente de Quinchamalí.

Quinchamalí es un pueblo ubicado a 32 kilómetros al sureste de Chillán, en la Región de Ñuble. Es cuna de loceras y uno de los más importantes centros populares de producción cerámica de nuestro país. Al parecer, esta tradición alfarera tiene sus orígenes en los tiempos coloniales, cuando los indígenas mapuches y pehuenches reducidos en esta localidad, confeccionaban piezas de cerámica con fines utilitarios. Es a partir del siglo XX cuando se comienzan a vender en los mercados estas figuras tan particulares, cuya característica principal es su inconfundible color negro, con elementos decorativos blancos, incisos de hojas, flores y figuras geométricas.

Para la elaboración de estas piezas se combinan distintos tipos de greda: una gruesa y una más fina de color amarillo con arena volcánica. Las figuras son moldeadas completamente a mano, sin uso de torno. Las piezas se dejan secar, para luego ser cocidas a fuego y posteriormente enfriadas. Los dibujos se realizan con una aguja o una espina y luego se le aplica un embadurnado de materias grasas, lo que le confiere la brillantez a la pieza. El color negro oscuro se obtiene poniendo el objeto ardiente sobre guano húmedo de animales. Al quemarse el guano produce un humo negro que quema la greda y la tiñe. Finalmente, una vez enfriada, se aplica el color blanco en las incisiones hechas con anterioridad.

Mientras el proyecto de restauración se concreta, el trabajo al interior del museo no ha cesado y se orienta a la conservación preventiva, puesta en valor, estudio y embalaje de las colecciones. Lo que incluye, acciones de difusión y exhibiciones itinerantes de algunas piezas. Al detenernos en las piezas de alfarería de Quinchamalí que se conservan en el museo desde la década del setenta, podemos observar una serie de objetos funcionales (jarros, ollas, teteras, cuencos, floreros, etc.), y decorativos que incluyen figuras zoomorfas (chanchos, vacas con ternero, gallos, pavos, entre otras) relacionadas con el paisaje campesino. Este conjunto de piezas hasta antes del 27 F, hacía parte de la exhibición permanente del museo, de allí, la huella que algunas de ellas poseen.  Desde el terremoto, al igual que el resto de la colección, fue almacenada de manera temporal con los materiales que en ese momento estaban al alcance. Los objetos se disponían en cajas de cartón y se ubicaban sobre un mesón. Al interior de las cajas estaban protegidos con materiales inadecuados para un almacenamiento a largo plazo. Con el paso del tiempo, algunas cajas estaban deterioradas y constituían un riesgo para las piezas ya que corrían el peligro de desfondarse al ser manipuladas.

Por lo anterior, durante el año 2022, esta colección recibió una atención especial. Fue sometida a conservación preventiva y a un correcto embalaje de cada uno de los objetos, siguiendo los estándares de conservación necesarios para su adecuado resguardo. Así, la colección de artesanía de Quinchamalí, cuenta ahora, con almacenamiento de primer nivel, que asegura continuidad en el depósito definitivo una vez que la Villa Cultural sea restaurada. Además, posee una organización física de fácil acceso para el monitoreo, gestión e investigación (evitando manipulaciones innecesarias).

El valor que esta artesanía posee, el trabajo incansable y anhelo de sus cultoras por proteger esta riqueza invaluable para la Región de Ñuble, ha dado frutos. Es así que, a fines del año 2022 en la decimoséptima reunión del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, celebrada en la ciudad de Rabat, en Marruecos, fue aprobada la inscripción de la Alfarería de Quinchamalí en la Lista de Salvaguardia Urgente de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco. Con esta inscripción se reconoce a nivel mundial a todas las generaciones de mujeres que han transmitido su saber y que han permitido que esta valiosa alfarería haya permanecido presente en la historia de Chile por más de 200 años. En el documento se expresa, además, el compromiso irrestricto del Estado por implementar las acciones necesarias para respaldar la labor de las comunidades en pos de la salvaguardia de la Alfarería de Quinchamalí.

Como museo que resguarda piezas de esta valiosa tradición alfarera de nuestro país, nos congratulamos con este importante paso, que, sin duda, permitirá proteger y asegurar la continuidad de esta práctica que genera piezas de carácter ornamental y utilitario, recreando los elementos más significativos de la ruralidad e imaginario campesino chileno.

 

Crédito: Ana María González Yévenes, encargada de la Villa Cultural Huilquilemu de la Universidad Católica del Maule.

Las piezas fueron recopiladas en la década del setenta y ochenta.
Conservadora, Francisca Ortiz, realizando proceso de embalaje de las piezas.
Piezas embaladas con altos estándares de conservación, que aseguran su durabilidad.

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