Daños a la salud provocados por el acoso laboral y la percepción de violencia por parte de trabajadores de unidades de emergencia privada, fueron las temáticas abordadas por académicas de la Universidad Católica del Maule en el V Encuentro de Salud Laboral.

Insomnio, depresión, problemas digestivos e imposibilidad de amamantar, fueron algunas de las consecuencias que dos trabajadoras maulinas sufrieron debido al acoso maternal. Se desempeñaban en una empresa bancaria y en el sector judicial y denunciaron haber sido víctimas de coacción para renunciar durante el periodo de fuero, comentarios insultantes, cuestionamiento respecto a su maternidad y cambios constantes de funciones laborales sin la debida inducción.

Estos fueron los casos clínicos expuestos por Carolina Reynaldos, académica de la Escuela de Psicología de la Universidad Católica del Maule (UCM), en el V Encuentro de Salud Laboral organizado por el plantel en conjunto con la U. Talca y el Instituto de Seguridad del Trabajo (IST).

Reynaldos, quien contó con la autorización de las mujeres para compartir sus experiencias, explicó durante la jornada que estos casos no son aislados puesto que, en Chile, dos de cada tres denuncias hechas por madres trabajadoras, están relacionadas con despidos durante el periodo maternal.

“Nuestro país ha avanzado lentamente en el logro de algunas leyes que permiten, teóricamente, proteger a la mujer y a los niños en este periodo de la vida. Sin embargo, siempre hay formas de burlar la ley y eso, sumado al poco recurso humano fiscalizador, contribuye a que muchos empleadores pasen a llevar estas normativas y la mujer siga estando desprotegida o, bien, si se mantiene en su lugar de trabajo, lo hace en condiciones realmente denigrantes y abusivas”, indicó la académica UCM.

Por su parte, la decana de la Facultad de Ciencias de la Salud UCM, Sara Herrera, valoró la realización de este V Encuentro y los análisis de que él derivaron, pues “La violencia en el lugar de trabajo es una problemática relevante debido a las múltiples consecuencias que esta conlleva, por ello la ONU incorporó dentro de sus objetivos de desarrollo sostenible 2030, el trabajo decente para todos”.

Costos médicos asociados

Lo anterior, puede generar graves daños en la salud física y mental que, muchas veces, no son reconocidos como enfermedades laborales, tal como ocurrió en los casos clínicos expuestos. Ello ocasiona que la trabajadora deba asumir, en su totalidad, los costos médicos.

Para Reynaldos “En las mutualidades debe haber una revisión y renovación de las formas que tienen de evaluar el daño porque, por lo general, cuesta bastante que este tipo de situaciones, como el acoso laboral, sea reconocido porque requiere de testigos que estén dispuestos a decir que, efectivamente, una persona recibía determinado trato. El temor de quienes rodean a esta persona se vuelve un punto en contra porque nadie quiere poner en riesgo su fuente de trabajo”, sostuvo.

De acuerdo con la experta, “Existe un discurso instalado entre los empleadores de que la maternidad afecta financieramente a la empresa pese a que las licencias largas no las paga el empleador. De hecho, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) los costos efectivos no traspasan el dos por ciento del ingreso de la trabajadora” y añadió que “El empleador debe entender que, mientras más garantías les dé a sus trabajadores para que concilien familia y trabajo, tendrá más fidelidad, mayor compromiso, mejor calidad de vida y mayor productividad”, afirmó.

Foco en la prevención

La Dra. Paula Ceballos, académica de la Escuela de Enfermería de la UCM expuso los resultados de sus estudios sobre violencia laboral. En recientes investigaciones la experta determinó que la violencia verbal es la que perciben con mayor frecuencia los trabajadores de unidades de emergencia privadas y que el 23,8 por ciento del equipo de Enfermaría de Atención Primaria en Salud percibe un nivel de estrés alto.

La académica consideró que la prevención es el norte y es por ello que se ha dedicado a socializar sus resultados con las instituciones que fueron parte del estudio, pues considera que esto es clave para cambiar la realidad.

“Debemos enfatizar la promoción y prevención, más que la recuperación. Lamentablemente ahora debemos recuperar a esos trabajadores afectados, pero el desafío está en cómo prevenir las afecciones y lograr que los entornos laborales sean saludables”, dijo.

“El problema es que las investigaciones llegan a la medición. Mucha gente estudia, publica y cumple con una formación. Sin embargo, la responsabilidad del investigador está en cómo socializar esos resultados y cómo esos resultados impactan en la organización medida”, puntualizó la investigadora UCM.