Patricio Bahamondes: “La pandemia nos ha ayudado a valorar y a cuidar más la vida”
– Egresado de la Escuela de Pedagogía en Religión y Filosofía, conversó sobre las enseñanzas que ha dejado este periodo de pandemia.
Patricio Bahamondes Becerra, oriundo de Santa Cruz, egresó en 2009 de la Escuela de Pedagogía en Religión y Filosofía. Desde entonces, se ha dedicado a la docencia de jóvenes y adultos. Asegura que su misión como profesional es que sus estudiantes “se reconozcan y se traten a sí mismos y a los demás, como personas con dignidad, valiosas en sí mismas”.
¿Qué le llamó la atención de la carrera? ¿Por qué estudiar Pedagogía en Religión y Filosofía?
– Desde muy joven estuve vinculado al trabajo con otros jóvenes, especialmente en grupos juveniles parroquiales y de colegio. Por varios años trabajé como animador de catequesis para los sacramentos de la Eucaristía y la Confirmación. Esas fueron experiencias muy enriquecedoras en mi vida.
Cuando llegó el tiempo de la educación superior, decidí ingresar a Pedagogía en Religión y Filosofía en la Universidad Católica del Maule. Comprendí que mi vocación estaba esencialmente en anunciar a Jesucristo de una manera dialogante y propositiva, contribuyendo así al diálogo entre la fe y la razón.
¿Qué recuerdas de tu paso por la UCM?
— Atesoro los mejores recuerdos de mi paso por la UCM. La experiencia de estudiar Pedagogía en Religión y Filosofía me permitió crecer en lo humano, en lo espiritual y también en lo profesional. Esta experiencia también me dejó muy buenos amigos que aún conservo.
Junto a la experiencia de estudiar, fue clave el poder participar en la Pastoral Universitaria, y vivir ahí otras experiencias como: Misión País, catequesis para la Confirmación y acolitado en celebraciones eucarísticas. Participar en estas actividades le dio un mayor sentido y más plenitud a mi vida universitaria.
Háblanos un poco de tu experiencia profesional…
— Hoy me dedico a la docencia con jóvenes de enseñanza media, universitarios y adultos. Trabajo como profesor de Filosofía en el Liceo Bicentenario de Excelencia Santa Marta de Talca; como profesor part-time de Ética y Bioética en la Universidad Católica del Maule; también apoyo el Departamento de Formación de la Diócesis de Talca, en cursos para ministros y laicos que cumplen funciones en la Iglesia diocesana de Talca.
En razón de mi labor docente, me he especializado en el campo de la Bioética, que es una de las disciplinas de mi mayor interés. La Bioética busca promover el diálogo de la ciencia y la técnica con los valores humanos fundamentales y la reflexión ética.
En ese mismo sentido, me formé como Magíster en Bioética en la Pontificia Universidad Católica de Chile.
En tiempos de pandemia: ¿Cuál ha sido tu aporte a la comunidad y qué mensaje le puedes dar a nuestra comunidad universitaria, especialmente a nuestros estudiantes?
— En este tiempo de pandemia, mi aporte ha sido principalmente el seguir educando, ahora de manera virtual. Junto a algunos compañeros de trabajo, hemos realizado algunas cápsulas de reflexión en tiempos de pandemia, las que hemos compartido en algunos medios digitales y también radiales. El objetivo es poder darle un sentido humano y cristiano a todo lo que estamos viviendo.
Además del dolor y sufrimiento que hemos vivido, creo que la pandemia nos ha ayudado a valorar y a cuidar más la vida, pues queremos escapar de este virus. Mi esperanza es que podamos permanecer en esa revalorización de toda vida humana, también en el cuidado y respeto que debemos a nuestra “casa común”, la tierra.