Dra. Sandra Castro Berna, académica de la Escuela de Educación Parvularia de la Universidad Católica del Maule (UCM) en Curicó.

Desde 2019 el 22 de abril se conmemora el día de la Tierra, junto a sus ecosistemas con el propósito de crear conciencia y reconocer que la Tierra y sus ecosistemas son el hogar de muchas especies, no sólo de la nuestra.

Con los avances tecnológicos, hemos ido dejando de lado la reflexión sobre la importancia del lugar en el que habitamos y cada vez tenemos menos instancias que faciliten el descubrimiento del entorno a través del contacto directo.

Es tiempo de retomar viejas prácticas y a temprana edad formar y perseverar en mantener una relación adecuada y en comunión con la naturaleza. La Educación Parvularia ha permanecido enfatizando en experiencias directas y significativas, partiendo de la curiosidad natural de los niños(as), de sus intereses, de la capacidad de cuestionamiento que tienen a su edad para ampliar su campo de acción y distinguir, comprender, respetar y valorar el medio ambiente, su influencia en este entorno y como sostener la vida humana en el planeta.

A la comunidad en general, no solo a las familias, se le invita a sumarse:

– Incentivando a los niños(as) con el ejemplo, siendo un modelo adecuado.

– Aprovechando y privilegiando las oportunidades de contacto directo con la naturaleza.

– Tomando tiempo para disfrutar la brisa y los rayos del sol, observar, describir y explorar la naturaleza.

– Perseverando en el reciclaje y reutilizar los desechos de casa, no olvidar acciones como: llevar bolsas para la basura en sus salidas, portar sus bolsas cuando va de compras.

– Habituarse a apagar luces si no se ocupan, no dejar corriendo el agua, no tirar basura en cualquier lado, desconectar aparatos electrónicos, a ahorrar y conservar los recursos en general.

“Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de la Universidad Católica del Maule”.