Opinión: “Tecnología y cambios en los contextos escolares”
Gilberto Cisterna Godoy, coordinador Universidad – Escuela del Proyecto de Formación Inicial Docente (FID) de la Universidad Católica del Maule.
Desde el proyecto de Formación Inicial Docente (FID) de la Universidad Católica del Maule, se viene realizando un trabajo bidireccional con los establecimientos educacionales, asociado a generar redes de colaboración, en función de las necesidades institucionales.
La labor ha sido ardua, en el sentido de poder establecer relaciones de confianza con directores y profesores del sistema educativo, en la que muchas veces el común denominador ha sido la tecnología como factor limitante para gestionar los procesos de enseñanza a distancia.
En ocasiones solo es necesario escuchar y tener un diálogo abierto para identificar que la tecnología en sus diferentes ámbitos, desde cómo manejar un programa computacional a desarrollar objetivos pedagógicos con el uso de la tecnología es una necesidad en variados contextos escolares.
Ahora bien, la gestión de la enseñanza y el aprendizaje a distancia se vio acelerada por la pandemia, y aquí, es necesario avanzar en dos principios con respecto a la tecnología y la labor docente:
El primero hace referencia al cuestionamiento de la educación online y la evidencia nos indica que ya existen estándares internacionales en áreas de acreditación para instituciones de educación superior online, y la pregunta es si en el contexto chileno, los establecimientos educacionales tendrían que acreditarse con estándares de educación online. Los más probable es que con el tiempo la política pública se haga cargo de esta interrogante.
El segundo principio, es el rol del docente. Mucho se ha escrito con respecto a este tema, pero el foco debe cambiar, en la actualidad se centra el discurso en que “los profesores enseñan” más que “los estudiantes aprenden”. Este cambio es importante, ya que debemos mirar los contextos no formales de enseñanza y aprendizaje, por ejemplo, las familias y darnos cuenta que es posible lograr aprendizajes con ayuda de la tecnología fuera del aula tradicional.
No cabe duda que este camino que han emprendido los establecimientos escolares hacia una educación a distancia, ubica a la tecnología en el centro como un medio de acceso, innovación y comunicación al servicio de la labor docente. Sin embargo, y como diría uno de mis maestros, el nuevo docente tiene que ser un profesional y un artesano de los aprendizajes, en donde la tecnología y la innovación son motores de cambios en el aprendizaje de los estudiantes.
“Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de la Universidad Católica del Maule”.