Opinión: "Reflexiones del Nobel 2024: Instituciones para un Desarrollo Sostenible" - Universidad Católica del Maule
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Opinión: “Reflexiones del Nobel 2024: Instituciones para un Desarrollo Sostenible”

Opinión: “Reflexiones del Nobel 2024: Instituciones para un Desarrollo Sostenible”
15 Oct 2024

Dra. María Haydée Fonseca, decana de la Facultad de Ciencias Sociales y Económicas de la Universidad Católica del Maule.

La entrega del Premio Nobel de Economía 2024 a Daron Acemoglu, Simon Johnson y James Robinson subraya la importancia de la investigación sobre el papel de las instituciones en el desarrollo económico y social, invitándonos a reflexionar sobre su impacto en el contexto chileno.

Los galardonados muestran que las instituciones no son neutrales ni automáticas; son construcciones que reflejan decisiones políticas y sociales específicas. Según sus investigaciones, las instituciones inclusivas, que promueven la participación, la protección de derechos y la seguridad jurídica, son clave para la prosperidad a largo plazo. Esta perspectiva es sumamente relevante en nuestro contexto actual: Chile ha intentado recientemente reescribir su constitución dos veces, un proceso que ha revelado tanto los retos de consenso social como la importancia de diseñar instituciones que respondan a las expectativas de justicia y bienestar de la población.

La confianza en las instituciones se ve severamente afectada cuando surgen casos emblemáticos de corrupción, lo que plantea serios desafíos para robustecer la institucionalidad y restaurar la fe pública. Sin embargo, es alentador observar que la revelación de estas irregularidades indica que, efectivamente, hay mecanismos en funcionamiento que permiten que estos casos salgan a la luz. Este fenómeno sugiere una creciente capacidad de la sociedad y de los sistemas de control para identificar y denunciar prácticas corruptas, lo que puede ser visto como una oportunidad para impulsar reformas que fortalezcan la transparencia y la rendición de cuentas.

La obra de Acemoglu, Johnson y Robinson también nos alerta sobre los riesgos de las instituciones extractivas: sistemas diseñados para beneficiar a unos pocos a costa de la mayoría. En este sentido, es importante formar ciudadanos y profesionales que comprendan la importancia de una institucionalidad equitativa y participativa. Herramientas emergentes como la ciencia de datos e inteligencia artificial, cuando se aplican con ética y transparencia, pueden ser catalizadoras en la construcción de instituciones modernas que promuevan la participación directa de los ciudadanos en los procesos de toma de decisiones, lo cual es esencial para fortalecer la democracia.

La calidad de nuestras instituciones refleja cómo hemos construido nuestra sociedad. Por ello, la formación académica que hoy entregamos a los futuros profesionales en las áreas de ciencias sociales, económicas y jurídicas debe ir más allá de los conocimientos técnicos, promoviendo una cultura de diálogo, responsabilidad socioambiental y justicia social. El reconocimiento de Acemoglu, Johnson y Robinson nos recuerda que el conocimiento de las ciencias sociales, económicas y jurídicas son esenciales no solo para el crecimiento económico, sino también para el desarrollo integral y la cohesión social. Así, la educación se convierte no solo en un medio para el desarrollo personal, sino en una herramienta vital para el fortalecimiento de nuestra democracia y el bienestar de todos.

 

“Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de la Universidad Católica del Maule”.

 

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