Opinión: “EL PROFESORADO CHILENO: EDUCADOR Y EDUCADORA DE PÁRVULOS”
Giannina Flores Meza, educadora de párvulos de la Universidad Católica del Maule, Mg. en Educación y Mg. en Educación Inicial, Doctorante en Educación y Tutora de prácticas de la carrera de Educación Parvularia UCM, sede Curicó.
La historia de los/as educadores/as de párvulos en Chile, se remonta den 1864, con la primera escuela de párvulos, dependiente de la Municipalidad de Santiago, la cual era atendida por religiosas las cuales a su vez eran maestras preceptoras de la Escuela Normal. Un paso importante y destacado de la formación profesional sucede causando en 1944 Universidad de Chile crea la Escuela de Educadoras de Párvulos, siendo Amanda Labarca la fundadora y primera directora de la carrera.
En sus inicios, esta carrera enfatiza en el enfoque integral de la educación de niños y niñas, más allá de darles instrumentos de trabajo a las futuras educadoras, como lo hacían las Escuelas Normales anteriormente. El enfoque era preparar adecuadamente a las estudiantes para desempeñarse en todos los espacios en que se puedan atender niños/as pequeños/as. Se escoge el nombre de educadora y no maestra o profesora, ya que estos tienen un sello mas escolarizado.
Hoy en Chile somos aproximadamente 28.545 educadoras y 27 educadores de párvulos, los/as cuales en su mayoría trabajan de manera directa con niños y niñas desde los 84 días de vida a los 5 años 11 meses.
En la actualidad esta carrera es dictada por: universidades pertenecientes al consejo de rectores y universidades privadas. Sin embargo, en la actualidad la acreditación a generado el cierre de carreras, privilegiando el funcionamiento de estas en las universidades pertenecientes al consejo de rectores. El transcurso educativo considera el estudio de múltiples aspectos y áreas de desarrollo del niño o la niña, caminando hacia el logro de objetivos integrales que satisfagan sus necesidades socioafectivas, psicomotrices y psicobiológicas, entre otras.
De acuerdo a las Bases Curriculares de la Educación Parvularia (2018) “el rol de la o el educador conlleva establecer relaciones de trabajo inter y transdisciplinar dentro y fuera del establecimiento, con los equipos directivos, las o los profesores de educación básica, las y los educadores tradicionales, psicólogos, educadores diferenciales, fonoaudiólogos, personal de salud de los consultorios y otros”.
Dentro de la carrera se deben aprobar una serie de asignaturas, como son en didáctica: del lenguaje, de matemática, ciencias naturales, ciencias sociales, entre otras. Además de psicología, psicopedagogía y lineamientos curriculares. Que conllevan el cumplimento de estándares pedagógicos y disciplinarios orientadores para las carreras de educación parvularia.
Existen múltiples ofertas u opciones de trabajos para los y las educadores/as de párvulos, ya que las instituciones que imparten nivel inicial son varias, pero de manera general los requisitos son: contar con el título profesional de la educación o licenciatura del respectivo nivel de al menos, ocho semestres de duración, de una universidad o instituto profesional del Estado o reconocido por éste, o autorizado por el Ministerio de Educación para ejercer la función docente. Generalmente se solicita presentar certificado de maltrato relevante y de inhabilidades para trabajar con menores. También depende del cargo, ya que este puede ser: educador/a para sala cuna, educador/a pedagógica, educador/a director/a de centro educativo. En algunas ocasiones realización de pruebas de conocimiento y/o test psicológico.
Nuestro Marco Curricular, las Bases Curriculares de la Educación Parvularia (2018) nos reconoce como:
“Actores claves que guían el proceso educativo que ocurre en las salas cuna, jardines infantiles, escuelas y otros tipos de programas de Educación Parvularia, coordinando las actividades con los párvulos, sus familias, el equipo pedagógico y la comunidad en general, y mediando pedagógicamente entre todos ellos. Esto implica desplegar habilidades, disposiciones y conocimientos que favorecen la interacción con otros, tales como la empatía, la comunicación, la asertividad, la creatividad, la resolución de conflictos, la flexibilidad”.
El/la educador/a de párvulos es un/a profesional de la educación de mucha vocación docente, que juega un papel fundamental en la primera etapa de vida del niño. Debe ser capaz de promover el desarrollo del niño a través de propuestas pedagógicas que potencien el aprendizaje de acuerdo a cada individuo. Además de promover el aprendizaje, desarrollo y bienestar de los niños y niñas desde que nacen hasta que cumplen los seis años, valorando también el trabajo que se hace con las familias.
Sin duda aun existe deuda con los docentes, profesores, educadores y educadoras de nuestro país, lo cual se ha tratado de remediar con mayor énfasis desde la última década, valorando la labor formativa de niños y niñas no se le ha dado el valor de su función y rol desde los mismos pares, así como desde la comunidad. Sin embargo, las nuevas normativas dentro de las carreras de educación y posteriormente una vez en ejercicio, dentro de la carrera docente están dando frutos; desde mejoras salariales, laborales y reconocimiento a nuestra labor.
El año 2020 se ingresa a la carrera docente, lo que ayuda a potenciar de manera positiva la visión que se tiene de las/os educadores/as, exponiendo de manera más profunda el quehacer educativo de la carrera. Esto permitirá el aumento progresivo de los sueldos, cada año por medio de postulación se ingresará al 20 % de ellos/as, hasta llegar a al 100% el año 2025, se quienes se desempeñen en establecimientos que cuentan con recursos del estado. Por otro lado, un gran y significativo reconocimiento a obtenido María Victoria Peralta, destacada educadora de párvulos, quien ha contribuido de manera permanente en la educación inicial docente y que en 2019 obtiene el Premio Nacional de Ciencias de la Educación de Chile, lo cual abre puestas y caminos que han sido difíciles de forjar durante casi 100 de esta carrera universitaria.
“Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de la Universidad Católica del Maule”.