Jorge L. Acevedo Díaz, director de Admisión de la Universidad Católica del Maule.

(Publicado originalmente en Diario Talca)

El reciente 26 de enero 2024, finalizaron con gran éxito las matrículas regulares de carreras diurnas en la Universidad Católica del Maule, proceso en el que cerca de 3.000 estudiantes prefirieron nuestra casa de estudios, lo que nos llena de gratitud y compromiso hacia ellos.

No obstante, existen personas que aún no concretan este importante paso para el estudiante, ya que varios se encuentran en una etapa de decisión tanto personal como familiar.

¿Quiénes son este grupo de personas? Se trata de aquellos que, por múltiples situaciones de la vida, tales como, de expectativas de estudio cuando cursaban su etapa escolar, contexto sociocultural, madurez, situación económica y la necesidad de trabajar, o por el hecho de ser padre o madre a temprana edad, no ingresaron a la Educación Superior o tuvieron que desistir de ella.

En Chile, según datos de OCDE, sólo el 31,4% cuenta con Educación terciaria en el tramo etario de 25 a 64 años, por debajo del promedio OCDE de 40,7%.

Nuestra casa de estudios también ha pensado en ellos, poniendo a su disposición 8 carreras de pregrado vespertinas, modalidad que les permite poder estudiar por primera vez en la Educación Superior o retomar sus estudios, sin ver mermado sus trabajos e ingresos, que, en la mayoría de los casos, son esenciales para ellos y sus familias.

Ésta decisión que cambia el camino de muchas personas no es sencilla, principalmente porque se generan miedos e inseguridades al volver a estudiar después quizás de varios años.  Las capacidades y talentos muchos lo tienen, sin embargo, el hecho de colocarlos en evaluación genera ciertos temores, por otra parte, las expectativas económicas y la estabilidad laboral se colocan en la balanza respecto a las mejores expectativas futuras, a pesar que actualmente las carreras vespertinas cuentan con los mismos beneficios que las carreras diurnas.  La vida familiar y el costo de oportunidad de no poder contar esas horas para compartir con la familia, el hecho de limitarse de otras actividades recreativas o deportivas hacen que aún la decisión sea incluso más difícil

Si bien la decisión es compleja, muchas personas optan por tomar éste camino de estudiar en una carrera vespertina poniendo por delante sus anhelos y sueños, de poder comenzar algo que nunca habían vivido o retomar algo que por circunstancias de la vida debieron interrumpir, sin embargo, esto lo hace aún más loable.

Es en este sentido que para muchas personas Nunca es tarde para comenzar a estudiar, porque a pesar de los miedos, costos o inseguridades, se contraponen los sueños, la autorrealización, las expectativas futuras que hacen tomar la decisión emprender éste camino y desafío.

Cómo Nunca es tarde para estudiar desde la Universidad Católica del Maule mantenemos a disposición para las personas que desean dar ese paso, las postulaciones de las carreras vespertinas hasta el 22 de marzo de 2024.

“Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de la Universidad Católica del Maule”.