María Soledad Rojas, neuróloga infantil y académica de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica del Maule.

La meningitis es una enfermedad grave, con alto riesgo de mortalidad y secuelas por lo que es una urgencia médica.

Es una infección de las leptomeninges (cubierta fina que recubren encéfalo y médula espinal) y los síntomas iniciales son fiebre y dolor de cabeza intenso, junto con compromiso del estado general y puede acompañarse de vómitos, convulsiones y otros síntomas neurológicos.

En recién nacidos y lactantes pequeños los síntomas son inespecíficos, por lo que se requiere un alto índice de sospecha.

Se debe realizar examen completo del paciente incluyendo buscar signos meninges, y si hay sospecha de meningitis debe realizarse una punción lumbar para estudiar las características del líquido cefalorraquideo.

El tratamiento antibiótico debe iniciarse rápidamente, ya que el diagnóstico y tratamiento precoz puede disminuir el riesgo de mortalidad y secuelas.

La elección del antibiótico inicial se basa en la edad y factores de riesgo del paciente. Además, se debe realizar tratamiento profiláctico de los contactos del caso índice.

Puede presentarse en personas sin factores de riesgo y como prevención es muy importante cumplir con las vacunas del programa nacional de inmunizaciones y el tratamiento profiláctico de los contactos.

“Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de la Universidad Católica del Maule”.