OPINIÓN: MANUEL LIZANA VARAS: UN AVIADOR APASIONADO 1932-2024
Dr. Enrique Muñoz Reyes, director de la Universidad Católica del Maule (UCM) en Curicó.
En la historia de la aviación comercial de Chile en la segunda parte del siglo XX y primeras décadas del siglo XXI, el curicano Manuel Lizana Varas, ocupa un lugar destacado.
Nació en Curicó, el día 26 de mayo del año 1932. Sus padres fueron Humberto Lizana y Alba Varas. Tuvo tres hermanos Sara, Humberto y Alba. Sus primeros años de infancia los vivió en la calle Villota cerca de la actual Escuela España. Realizó parte de sus estudios básicos en Molina y todos sus estudios medios en Curicó. Desde temprana edad estuvo interesado en los aviones. Con el apoyo económico de su madre (profesora normalista) realizó un curso de piloto en el Club Aéreo de Curicó. A los diecinueve años comenzó a volar aviones. En el año 1953, junto a un amigo, cruzaron la Cordillera de Los Andes. Por razones de fuerza mayor debieron aterrizar en suelo argentino. Al no estar autorizados fueron detenidos por gendarmes argentinos. Luego fueron liberados y apoyados por el club aéreo de San Rafael, regresaron sanos y salvos a Curicó.
Ingresó a estudiar Construcción Civil en la Universidad de Chile. Después de tres semestres abandonó sus estudios para dedicarse a su pasión: volar aviones. Consiguió trabajo como piloto fumigador, sobrevolando las provincias de Curicó y San Fernando. Con el dueño de la empresa viajó a Estados Unidos a buscar dos aviones. De regreso en Chile, junto a un amigo, Alberto León, compró su primer avión, un Stinson, con el que creó la empresa TAXPA, dedicada al transporte de pasajeros y a la propaganda aérea. Se les unió como socio Carlos Griffin, que consiguió un contrato con una empresa pesquera para detectar cardúmenes en el litoral del norte chileno. La empresa creció. A raíz del mega terremoto de 1960 colaboró en el rescate aéreo de personas. Después su empresa fue pionera al establecer vuelos regulares con aviones bimotores al archipiélago Juan Fernández, gestionando la construcción de la pista de aterrizaje, la única existente hasta la actualidad. Entre 1957 y 1982 TAXPA ofreció diversos servicios aéreos para pasajeros y carga, llegando a tener varios aviones y un hangar en el aeropuerto de Cerrillos. Además, Lizana y Griffin, fueron representantes en Chile de la empresa Casa.
Después del terremoto del 3 de marzo de 1985, Manuel Lizana compró un campo en Melipilla donde se trasladó a vivir, considerando el espacio para el aterrizaje de un avión. Su pasión por volar lo motivó a comprar un helicóptero, el cual piloteó hasta avanzada edad. Su otra pasión eran las motos. También le interesaba la historia, por lo cual ingresó a la Sociedad Chilena de Historia y Geografía. Considerando que Curicó es tierra de historiadores, entre ellos, Tomás Guevara Silva, René León Echaíz, Oscar Ramírez Merino y Patricio de Los Reyes Ibarra, gestionó la creación de la Filial Curicó de dicha Sociedad, lo que se logró en agosto de 2012.
Fue padre de 10 hijos: Eduardo, Ricardo, Luz María, Pablo, Manuel, Rodrigo, Carolina, Verónica, Joaquina y Javier. Fue un hombre inteligente, sensible y caritativo. Falleció a los 92 años de edad, el 13 de agosto de 2024. Su velatorio y funeral fueron en la Iglesia del Carmen el 15 de agosto. Su cuerpo descansa en el Cementerio de Curicó. Manuel Lizana Varas deja un legado en la memoria de su familia, amigos y colaboradores, y en quienes tuvimos el privilegio de conocerlo.
“No se muere el que se va, solo se muere el que se olvida”.
“Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de la Universidad Católica del Maule”.