Cesar Ahumada Sanhueza, académico de la Facultad de Ciencias Sociales y Económicas de la Universidad Católica del Maule.

La Ley de Portabilidad Financiera es una ley que permite trasladar los productos financieros de una compañía a otra. Según el Gobierno esta Ley entra en vigencia el 8 de septiembre.

Esto aumentará la competencia entre las entidades bancarias, permitiendo mejoras en las condiciones de los clientes.

Por ejemplo, una persona puede evaluar las condiciones de un crédito con su banco y el de la competencia, pudiendo trasladar su crédito al otro banco en condiciones preferenciales.

Estas condiciones preferenciales son: certificados de liquidación de créditos en forma gratuita, evaluaciones comerciales o de refinanciamiento sin costo, gastos de créditos hipotecarios 60% más bajos que en las condiciones actuales, entre otros.

Los productos que se pueden portar o trasladar financieramente son: cuentas corrientes, tarjetas de crédito, créditos de consumo, créditos hipotecarios, créditos automotrices.

El proceso comienza con un certificado de liquidación que el cliente puede solicitar a su entidad financiera, para presentarlo a otras entidades y seleccionar la mejor alternativa en el mercado. Luego de comparar y tener su decisión tomada, el cliente pide la solicitud de portabilidad financiera a su banco y la presenta en el banco de destino.

Esta última institución será la que entregue el aviso a la anterior para el cierre de los productos de su cliente, bajo la figura de la subrogación. Con esto se mejoran los tiempos y costos de las operaciones para todos los usuarios.

También se puede realizar el refinanciamiento de créditos que, mediante la figura o procedimiento de subrogación, se puede disminuir los costos, no constituir nuevas garantías a las ya existentes y mejorar los plazos y tasas de interés asociadas al crédito.

Finalmente, destacar que esta Ley permitirá disminuir los costos de financiamiento para las micro y pequeñas empresas, aumentos de la tasa de refinanciamiento y cuotas más bajas para las PYMES. Asimismo, bajarán los costos y la cantidad de trámites asociados al refinanciamiento de todo tipo de créditos.

“Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de la Universidad Católica del Maule”.