Opinión: "La salud mental en el teletrabajo: un nuevo desafío en tiempos de pandemia" - Universidad Católica del Maule
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Opinión: “La salud mental en el teletrabajo: un nuevo desafío en tiempos de pandemia”

Opinión: “La salud mental en el teletrabajo: un nuevo desafío en tiempos de pandemia”
4 May 2022

Javiera Rodríguez y Judith Orellana, estudiantes de Administración Pública en práctica laboral en Observatorio Laboral del Maule de Sence, proyecto ejecutado por la Universidad Católica del Maule. Práctica Laboral con la tutoría de Sebastián Fuentes, Analista de Datos Cualitativos Observatorio Laboral del Maule.

La crisis que vivimos hoy a nivel país a raíz del coronavirus ha traído ciertas problemáticas que debemos abordar y controlar. Una de ellas es el desbalance psicológico que están presentando algunos trabajadores, por interrumpir sus labores presenciales para adecuarse a la nueva realidad llamada teletrabajo. Así lo han confirmado las cifras del Instituto Nacional Laboral (INL): solo en el primer semestre del 2020, las calificaciones de Enfermedades Profesionales de Salud Mental aumentaron 279%, lo que significó un gran desafío en cuanto a la entrega de calidad en las prestaciones, y con la pertinencia que se requiere. En el primer semestre del 2021, la cifra aumentó 133% más que el año 2020 y se esperaba un incremento de 40% durante el segundo período del año. Este desbalance incorpora la incertidumbre en el ámbito laboral y económico producido por la pandemia, pero también puede obedecer a causas específicas por teletrabajo.

Por ejemplo, diversos estudios internacionales, como los de la empresa Randstad, han evidenciado la creciente tendencia a que los trabajadores sean contactados fuera de horario laboral por medio de correos electrónicos o mensajes de texto. Esto es potenciado por la tecnología y los teléfonos inteligentes que permiten trabajar en cualquier lugar y horario. Así el teletrabajo no solo reemplaza la presencialidad, sino que también se prolonga por encima de las horas de trabajo estipuladas. La percepción de los trabajadores de estar disponibles “24/7” intensifica el trabajo y puede conllevar a desatender aspectos de la vida personal, produciéndose el desdibujamiento de límites entre lo privado y lo laboral. Especialmente complejo puede ser el caso en mujeres, puesto que se ha revelado que por su doble jornada laboral al tener a su cargo labores domésticas, la conciliación de límites se dificulta aún más.

Otro estudio realizado por Eurofound sobre nuevas formas de empleo identificó también aspectos del teletrabajo que pueden desembocar en problemas de salud y bienestar, como el aislamiento y la imposibilidad de compartir información informal con compañeros, menor posibilidad de recibir apoyo emocional, sensación de soledad y las dificultades por distracción o ruidos. El elemento clave es que ambos estudios relevan que la conciliación de la vida personal y laboral tiene repercusiones en la salud.

Es por esto que diversas empresas han decidido innovar con respecto a sus planificaciones de trabajo. Algunas han implementado acciones organizacionales enfocadas en brindar contención y seguridad, bajo la forma de protocolos de teletrabajo, con el objetivo de monitorear la salud mental de los empleados. En esa línea surgen los planes de apoyo y comunicación para todo el equipo, la evaluación de salud mental, la flexibilización en la organización del trabajo (horarios, espacios, etc.) dentro del marco legal que establece derecho de desconexión de 12 horas y autonomía del tiempo de trabajo. Todos estos elementos se relacionan con la conciliación entre la vida laboral y personal, y que destacan como posibilidades del teletrabajo, dando paso a abordar la problemática de la salud mental de manera colectiva y no como responsabilidad de cada trabajador. Esto puede lograr un cambio radical en el ámbito emocional de los trabajadores ayudando a mitigar los riesgos psicosociales para lograr un mayor bienestar en el ambiente laboral.

No obstante, es necesario que estos mecanismos sigan perdurando en el tiempo y se respeten las regulaciones vigentes al teletrabajo, tanto de los empleadores como trabajadores, puesto que para que estas estrategias funcionen de manera óptima es necesaria la participación de ambas partes. Así también, urge que centros de estudios y universidades continúen estudiando efectos del teletrabajo en el bienestar de los trabajadores para aportar información en la planificación de leyes y política pública. Aunque la cantidad de teletrabajadores ha disminuido —como lo ha corroborado el Observatorio Laboral del Maule en un estudio en nuestra región—, el teletrabajo se sigue utilizando sobre todo como una medida que responde a emergencias, y aún se pueden potenciar a futuro modalidades de trabajo híbridas, por lo que corregir los defectos de este sistema para cuidar la salud mental de los trabajadores en Chile es una tarea que convoca a todos.

 

“Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de la Universidad Católica del Maule”.

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