José Neira, Patricio Ulloa y Ricardo Castro, académicos de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales de la Universidad Católica del Maule.

La Tierra es el tercer planeta de nuestro sistema solar y es el único que, aparentemente, alberga vida como la conocemos. Si bien el enunciado anterior es de conocimiento general, no parece ser de conocimiento general el que la Tierra alberga un entramado de redes que nos unen a unos con otros, y con esto no nos referimos solo a los seres humanos.

El suelo que nosotros pisamos o usamos de sustrato para la actividad humana se origina a partir del magma que es parte del núcleo terrestre. Por otra parte, el suelo se origina principalmente a partir de la acción de plantas y seres vivos mediante el proceso de meteorización, donde la acción del clima es extremadamente importante.

Respecto al clima, no hace mucho los conceptos de ríos atmosféricos no se mencionaban como se hace actualmente, menos aún se conocía que a través de los movimientos de las grandes masas de aire se transportaban desde el desierto del Sahara los nutrientes necesarios para los bosques presentes en las amazonas, y al igual que estos ejemplos existen muchos otros más que demuestran la importancia de comprender cómo funciona nuestro planeta.

La Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales de la Universidad Católica del Maule alberga las carreras de Agronomía, Ingeniería en Biotecnología e Ingeniería en Recursos Naturales, y todas estas carreras están orientadas al uso de los recursos naturales (renovables o no) desde un sello de la sostenibilidad. En este sentido, esperamos que nuestros egresados y profesionales sean un aporte para lograr una sociedad con mayor conciencia ambiental y que haga uso racional de los recursos naturales, pero que de igual forma contribuyan a una sociedad más justa y equitativa.

Es imperativo que este día no sea solo un recuerdo romántico del planeta que nos alberga, sino, también un compromiso serio hacia poder realizar actividades que ejerzan menos presión sobre el ambiente y que podamos recuperar y/o restaurar muchos de los ambientes frágiles que poseemos, como de igual forma cuidar de los recursos.

No podemos olvidar que los recursos de la Tierra no son infinitos y que nosotros nos encontramos dentro de un ambiente que se mueve en la dualidad de resistencia y fragilidad a los cambios, y que estos pueden afectar negativamente a las generaciones actuales y futuras.

“Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de la Universidad Católica del Maule”.