Opinión: “Formando habilidades para el trabajo colaborativo desde la formación inicial docente”
María Teresa González Muzzio, directora de Pedagogía en Educación Parvularia con Mención de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Católica del Maule-Sede Curicó.
Todo educador de párvulos debe estar preparado para desarrollar un trabajo colaborativo en el campo laboral, el que, de acuerdo al Marco para la Buena Enseñanza de Educación Parvularia, se entiende como el trabajo coordinado que llevan a cabo los adultos para dar solución a un problema o bien, para abordar un desafío u objetivo en común.
Esta habilidad para trabajar con otros buscando lograr una gran meta, exige en los futuros profesionales el desarrollo de varias competencias: desde aprender a comunicarse, expresar y argumentar sus ideas, escuchar al otro, respetar puntos de vista, hasta generar acuerdos, distribuir y cumplir responsabilidades, reconocer fortalezas en sí mismo y en los demás para aportar en la tarea. Asimismo, deben poder identificar los propios aciertos y errores, siendo flexibles cuando se requiera hacer modificaciones en pos del objetivo que se persigue.
En este sentido, es que en la carrera de Pedagogía en Educación Parvularia con mención de la UCM, hemos retomado la realización de actividades dirigidas a la comunidad infantil, en especial de nuestros centros de práctica, como la Feria Interactiva Pedagógica de Menciones, en su 8ª versión, luego de dos años en que no fue posible concretarla por efecto de la pandemia. Este tipo de iniciativas convoca a todos los estudiantes en sus diferentes años de formación, teniendo cada uno un rol específico que aporta al objetivo.
En esta actividad los estudiantes se enfrentaron a dar respuesta a varios desafíos, entre ellos: ¿cómo transformar un espacio de la universidad en un ambiente de juego apropiado para niños y niñas?, ¿qué experiencias lúdicas o juegos permiten favorecer aprendizajes en un área específica?, ¿cómo hacer propuestas pedagógicas cuidando los recursos, intentando reutilizar e impactar lo menos posible en el medio ambiente?
Observar cómo se transforma el espacio universitario con la visita de niños y niñas que disfrutan y aprenden con lo que se ha preparado para ellos, ver sus rostros de alegría mientras juegan, es la mayor satisfacción luego de los esfuerzos desplegados. Posteriormente, el análisis y la reflexión pedagógica desde lo vivido permitirán a cada uno y a la carrera seguir avanzando en la formación profesional.
La principal meta que debiera movilizar el actuar de todo educador es procurar el aprendizaje de cada niño y niña que tiene a su cargo, liderando un equipo educativo que se potencie y enriquezca desde la experiencia y reflexión pedagógica de modo permanente. Estas experiencias de trabajo colaborativo deberán realizarlas a diario en sus trabajos, sea con otros educadores, con técnicos o asistentes de la educación, con otros agentes de la comunidad local, con redes de apoyo y profesionales de diferentes áreas. Asimismo, deben propender a que niños y niñas también puedan vivir experiencias de trabajo colaborativo desde sus primeros años, concretando, por ejemplo, juegos centralizadores, proyectos de aula u otras iniciativas en torno a sus propios intereses y metas.
“Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de la Universidad Católica del Maule”.