Opinión: Feliz día a los Ingenieros de Chile
Dr. David Zamora Barraza, decano de la Facultad de Ciencias de la Ingeniería de la Universidad Católica del Maule.
Estimada Comunidad, Ingenieros y futuros ingenieros:
Hoy 14 de mayo se conmemora el día del ingeniero en Chile, fecha que recuerda el día siguiente del enorme operativo de remoción de escombros y reconstrucción del gran terremoto sufrido en Santiago el 13 de mayo de 1647. Por lo tanto, celebramos el inicio de la reconstrucción y la reactivación de una ciudad, donde los proyectos de ingeniería fueron fundamentales para esto.
Como todos conocemos, nuestro país sufre catástrofes naturales cada cierto período de años, las cuales hemos aprendido a sobrellevar. Somos un país muy resiliente, capaces de sobreponernos rápidamente ante la adversidad y esta es una cualidad que muchos países nos reconocen.
El presente nos plantea una nueva dificultad, la que nos afecta como universidad y como sociedad. Para afrontarla deberemos, como en otras ocasiones, hacer uso de nuestra capacidad de adaptación y comenzar la reconstrucción entre todos.
Como comunidad de ingenieros, nos preguntamos:
¿Tiene nuestra profesión algo que decir ante esta nueva catástrofe natural? Que más bien tiene un carácter de salud pública.
¿Tendremos algo que aportar?
La respuesta es ciertamente afirmativa. Fue el desarrollo de la ingeniería, la que ha permitido realizar clases virtuales y teletrabajo. Es la logística, la que permite mantener abastecido un país con zonas en cuarentena y otras tantas con cordones sanitarios, solo por nombrar un par de ejemplos.
¿Bastará con esto?, la respuesta definitivamente es no.
Debemos adaptar nuestros recursos para reconstruir nuestro país, debemos una vez más responder con ingenio a la adversidad y a la dificultad. Debemos aportar en el desarrollo de soluciones, tales como en el equipamiento para los servicios de salud y la protección necesaria para su personal. Debemos desarrollar sistemas que permitan eliminar el virus en forma rápida y a bajo costo. Debemos desarrollar equipos de protección que impidan el contagio del virus para la población, entre otros tantos aportes a corto plazo. Pero también, debemos ser capaces de compartir nuestros conocimientos y avances con otros ingenieros. Trabajar en forma colaborativa para enfrentar esta catástrofe, ahora en el corto y más tarde en largo plazo.
Como lo señalé al principio, este día surge como la respuesta de esos ingenieros del siglo XVII al enfrentar una catástrofe. Una vez más el llamado a los ingenieros de hoy y a los de mañana, es a responder con soluciones que aporten al bienestar y seguridad de nuestros compatriotas y hermanos del mundo.
Si algo hemos aprendido de la historia, es que las catástrofes se repiten, por lo tanto les pido a nuestros ingenieros del mañana que aprendan lo necesario de esta adversidad, para que la enfrenten en un futuro, mejor que hoy en día.
“Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de la Universidad Católica del Maule”.