Giselle Bahamondes Quezada, coordinadora del Programa de español para Migrantes y académica del Departamento Lengua Castellana y Literatura de la Universidad Católica del Maule.

La primera semana de septiembre, celebramos el término de la octava versión del Programa de Español para Migrantes de la Universidad Católica del Maule, el que tras ocho años de implementación en la ciudad de Talca y dos en Curicó, cuenta con una tradición de servicio a la comunidad migrante que se ha establecido en la región.  Podemos señalar, con mucho orgullo, que nuestro Programa de español no sólo se ha convertido en un compromiso sostenido a través de los años, sino que también ha ido impactando en la sociedad para abordar las necesidades cambiantes de las comunidades del Maule y también para impactar en la mejora en la calidad de nuestros profesionales aportando en ellos una visión más inclusiva, justa e intercultural.  Así, con un propósito claro, ha aumentado su impacto no sólo en quienes reciben el servicio, sino que ha incidido positivamente en el perfil del nuevo profesor de Lengua Castellana y Comunicación que las aulas interculturales e inclusivas demandan para el cumplimiento de la legislación vigente en Chile y la promoción de los derechos humanos de quienes migran.

Durante estos ocho años, la carrera de Pedagogía en Lengua Castellana de la UCM ha apostado por la oferta permanente de dos cursos de español de nivel inicial A1 y B1 que se imparten gratuitamente durante doce semanas en las sedes Nuestra Señora del Carmen (Curicó) y San Miguel (Talca). A la fecha, damos cuenta de la participación de más de cuarenta profesores en formación voluntarios de nuestra carrera que han contribuido e impactado con su trabajo en más de trecientas familias migrantes de Talca y en estos dos últimos años, también de Curicó.

Lo que nació en el año 2016, como un impulsivo deseo de colaborar con las primeras comunidades migrantes en Talca, se transformó, poco a poco, en más que una acción permanente. Con el tiempo, el Programa ha mantenido su contribución al medio regional y su atención en los más vulnerables para derribar la barrera idiomática en personas migradas de Talca y Curicó, adultos y en este último año, también jóvenes y niños.

Tenemos el auténtico interés en seguir ofreciendo nuestro trabajo a más personas que lo requieran, en diversificar los cursos y niveles, en ofrecer una mayor cobertura territorial para llegar a quienes nos necesiten, en seguir mejorando nuestras competencias y en la amplitud de redes, tal como lo hicimos en un principio con la Fundación Madre Josefa, el Servicio Jesuita Migrante o, en la actualidad, con la Pastoral de Movilidad Humana de Talca y Curicó y con algunos establecimientos educativos, que conscientes de la dificultad idiomática de sus niños recientemente incorporados, han decidido actuar con nosotros.

Finalmente, y para que no se nos olvide, quisiera plasmar en este escrito, el mensaje que el Papa Francisco envió en septiembre de 2019 como un llamado a la reconstrucción de la educación o lo que se denominó un gran Pacto Educativo global y que confluye con uno de los conceptos movilizadores de la Universidad Católica del Maule, que es el espíritu de servicio; es decir, aportar interna y externamente desde el sello valórico institucional.

En este llamado el Papa expresa:

Educar es siempre un acto de esperanza que invita a la coparticipación y a la transformación de la lógica estéril y paralizante de la indiferencia en otra lógica distinta, capaz de acoger nuestra pertenencia común… Creemos que la educación es una de las formas más efectivas de humanizar el mundo y la historia. La educación es ante todo una cuestión de amor y responsabilidad que se transmite en el tiempo de generación en generación. Por tanto, la educación se propone como el antídoto natural de la cultura individualista, que a veces degenera en un verdadero culto al yo y en la primacía de la indiferencia … (Papa Francisco, 2019)

“Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de la Universidad Católica del Maule”.