Opinión: “ECOSISTEMAS POST PANDEMIA”
Sebastián Maya Miranda, facilitador PACE UCM, profesor Biología y Cs. Naturales.
La pandemia de COVID-19 que nos ha azotado desde marzo del año pasado es la mayor crisis económica, psicosocial y sanitaria que el país y el mundo ha experimentado en décadas. Tanto la resiliencia ecológica como la económica son fundamentales. La restauración mediante el trabajo de ministerios, instituciones, multinacionales y el, quizá ínfimo, compromiso personal puede dar como resultado ecosistemas óptimos para la biodiversidad de nuestro país.
Los parques nacionales, reservas naturales y humedales entre otros son hábitats fundamentales para la preservación de la naturaleza, además de dar protección ante el cambio climático y la subsecuente perdida de especies, donde la fragmentación y pérdida de hábitats están directamente relacionadas. Un ecosistema sano actúa como una “línea de defensa natural” fundamental contra el brote de enfermedades zoonóticas, que se propagan desde animales a seres humanos, como el COVID-19.
Durante el encierro que hemos vivido, no todo ha sido malas noticias referente a estos temas, nos hemos encontrado con gratas sorpresas o señales de que no todo va tan mal con respecto al cuidado de nuestro entorno nacional, ya sea por la baja afluencia que han generado las restricciones de pandemia o no. Un ejemplo es el relativamente reciente avistamiento de cuervos del pantano anidando en el Humedal de Batuco (Lampa) tras una década sin registros de esto, o en casos ejemplares como es la lucha de grupos organizados por el cuidado y restauración de hábitats “olvidados”, mencionando el caso de las Vertientes de la Chimba en Antofagasta, un oasis para la vida de la árida región. Situaciones que nos hacen reflexionar y plantearnos nuevos desafíos sobre el entorno, su cuidado y nuestro compromiso.
El promover proyectos de protección y restauración de nuestros espacios y el replantear el concepto de salud en la sociedad como una gran salud (“One Health”) considerando los aportes de distintas áreas como las ciencias de la salud y medioambientales, que trabajan para lograr un estado óptimo entre las personas, animales y el medio ambiente es imperativo para evitar futuras pandemias.
“Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de la Universidad Católica del Maule”.