Dra. Sandra Castro Berna, Académica de la Escuela de Educación Parvularia de la Universidad Católica del Maule sede Curicó.

Sin duda el día del Niño es uno de los días más esperados con ansiedad y mucha curiosidad, este año frente a todos los acontecimientos que hemos vivido desde casa por la pandemia, la celebración se verá afectada en cuanto al despliegue que los padres hemos hecho con la compra de juguetes. Por ello, la invitación junto a nuestros hijos e hijas es a realzar realmente el sentido de este día, con la fraternidad y comprensión que todos niños y niñas del mundo merecen.

No olvidemos que esta fecha evoca la situación de precariedad en la que quedaron muchos niños de los países involucrados en la Primera Guerra Mundial, lo que dio pie a la creación de fundaciones que se encargaron de velar por ellos, ya que quedaron sin sus familias y hogares.

Otros de los hechos importantes, es la ratificación de los Derechos Universales de la Infancia, con la finalidad de que todos los niños y niñas fuesen tratados con igualdad, a tener acceso a la salud y educación, y ser protegidos por los gobiernos y sus familias. Nuestro país se sumó a esta loable iniciativa en el año 1990.

En esta oportunidad en la tarea de padres y formadores, no debemos descuidar la contención, el modelo positivo y esperanzador para nuestros hijos e hijas, ya que esta pandemia ha acrecentado el temor y la ansiedad frente a la incertidumbre de lo que sucederá los próximos meses.

Entre las actividades para este Día del Niño que se sugieren, centremos nuestros esfuerzos en fomentar el juego y el compartir con nuestros hijos, más que en la compra de juguetes de moda y regalos de alto valor económico. En esta ocasión, privilegiemos las actividades familiares, tomemos en cuenta la necesidad de juego y movimiento que requieren los nuestros pequeños, ya que aman jugar y moverse, comportamiento innato, esencial y necesario.

El juego les permite a nuestros hijos desarrollar adecuadamente aspectos en lo físico, psíquico y social. Este domingo elijamos juegos y juguetes que permitan o posibiliten explorar, crear, inventar, armar, imaginar y sobre todo les proporcione en sus diferentes edades, placer y diversión, que es imperioso en confinamiento. Privilegie aquellos que se puedan jugar con otras personas como los legos, rompecabezas o armables, set de varios juguetes pequeños o escenografías para incluirse en la invención de historias, aquellos que les permitan jugar, disfrutar y reír en conjunto.

También los juegos de mesa, que permiten compartir con todos en casa, no solo los de su edad. Súmese a estos juegos con entusiasmo, pero evite dirigirlos, solo déjese guiar, así será mucho más interesante. Estos juegos o juguetes para ser utilizados por varios participantes, le permitirán socializar con otros, favorecer las relaciones con los demás, a adaptarse a reglas sociales, a convivir y a participar en forma colectiva y/o cooperativa y lo más importante a estar en compañía y cercanía.

Trate de disfrutar el juego y el tiempo que les tome, ya que el tiempo del niño(a) es diferente al suyo, libérese de la hora y realicen sus juegos tranquilamente.

Recuerde que compartir y acercarse a sus hijos e hijas es mucho más valioso y beneficioso que regalar muchos y costosos juguetes o accesorios.

“Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de la Universidad Católica del Maule”.