Opinión: "Ciencia y tecnología contra 200 años de devastación" - Universidad Católica del Maule
Trigger

Opinión: “Ciencia y tecnología contra 200 años de devastación”

Opinión: “Ciencia y tecnología contra 200 años de devastación”
13 Ago 2021


Dra. Liliana Zúñiga, investigadora del Centro de Investigación en Estudios Avanzados (CIEAM) de la Universidad Católica del Maule.

Es indudable la relevancia que tiene la advertencia del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) de la Organización de Naciones Unidas (ONU) conocida hace unos días, pero esta alerta se venía advirtiendo hace décadas desde el mundo científico, solo que ahora se masificó porque hemos llegado a un punto de no retorno, y la gente se asustó.

La ciencia lo viene gritando hacer rato, cuando aún se utilizaban términos prudentes como “la evidencia sugiere…” o “es altamente probable…”, sin embargo, la alerta roja surge a raíz del análisis de más de 14.000 estudios, quizás el informe científico más categórico que hemos visto, concluye que la influencia de la especie humana en el calentamiento de la atmósfera es INEQUÍVOCA, y que las consecuencias son IRREVERSIBLES y SIN PRECEDENTES.

Históricamente la ciencia ha sido subvalorada, incluso reprimida, y la consecuencia de aquello es tener una sociedad analfabeta en este sentido, incluyendo a los tomadores de decisiones.

Es imperante recurrir a la ciencia y a la tecnología, ya que la destrucción del ambiente y la depredación de los recursos naturales de los últimos 200 años, no se repara ni con otros 200 años, y para evitar el colapso, es decir el aumento de la T° global en 1.5 a 2°C, tenemos como 20 o 30 años nomas. Ciencia y tecnología, no hay otra forma… la ciencia es la única herramienta o método que hemos desarrollado como humanidad para comprender el universo y su funcionamiento.

Como dice el informe, las consecuencias más drásticas de este calentamiento global son irreversibles, llevamos una inercia tan grande que, aunque pusiésemos el freno a fondo en este minuto, el impacto es inminente. Solo nos queda paliar o mitigar también con acciones drásticas, y prepararnos para los efectos que estos procesos puedan tener sobre los ecosistemas, entendiendo a la especie humana como parte de estos. Y para eso necesariamente debemos apoyarnos en la ciencia.

¡Alternativas hay varias… sin embargo, dada la envergadura de la emergencia, las acciones que podrían surtir un efecto significativo deben ser inmediatas y profundas, paradigmáticas, o por qué no decir radicales… Todas!  desde la más domésticas o individual a las más globales o gubernamentales. Por ejemplo, cambios profundos en los hábitos de consumo, en los procesos productivos, cambios estructurales en los sistemas educativos, son algunas de las acciones que permean a la sociedad completa, en toda su estructura.

Todos tenemos responsabilidad en esto, tanto de maneta individual como de manera colectiva. La primera acción individual que invito a realizar es a cuestionarlo todo, a exigir más riqueza de información como insumo básico de un proceso de reconstrucción social hacia la revalorización de los sistemas naturales y sus servicios, y concientización de que no somo dueños del planeta, sino parte de él, y bien insignificante en términos geológicos. No me extrañaría que, a este ritmo y frente a la inacción de los gobiernos, en medio siglo más seamos parte del libro rojo de las especies amenazadas del planeta… o en peligro de extinción.

 

“Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de la Universidad Católica del Maule”.

EnglishFrançaisDeutschहिन्दीPortuguêsEspañol